Capítulo # 1
"Lo que bien se piensa, bien se expresa" ~ Víctor Hugo.
Me sentía ansiosa, mis dedos se movían rápidamente por el teclado; mas que una necesidad quería terminar el maldito informe antes de irme a casa.
— ¿Terminaste? — mi mejor amiga me veía expectante.
— Erika, por favor deja de preguntarme. Llevas diez minutos en eso y me estas poniendo nerviosa — ella solo me regaló una sonrisa inocente.
— Estas un poco lenta hoy ¿Será que quieres retrasar lo inevitable?
— No tendremos esta conversación de nuevo, déjame terminar en paz el documento por favor.
— ¿Qué? — su tono casual no me engañaba — Deberías tener un mínimo de conciencia y asumir que quizá tampoco llegue a la cena de esta noche por alguna estúpida reunión ¿no te cansas?
— ¿En serio? — suspiré dejando de lado la laptop — ¿No puedes darme ánimos ni una sola vez? Estás siendo una amiga de mierda; Matías ha cambiado prometió estar ahí. No puedo simplemente ignorar cuatro años de relación ¡Nos vamos a casar por Dios!
— En eso también te equivocaste, al contrario de lo que piensas te amo y por eso debo ser honesta Emily. Ese hombre no te merece.
— ¿Puedes solo respetar mis decisiones? — me agobiaba tocar esos temas.
— ¿Sabes qué? Tienes razón, no volveré a cuestionarte. Solo rezo que San Benito te ilumine y te des cuenta de tus errores antes que sea demasiado tarde.
— Si tan solo le dieras una oportunidad de…
— ¿Cómo vas con la maqueta del reportaje? — cambió de tema con rapidez y solo pude suspirar — este caso es una gran responsabilidad. Increíble que después de tantos años hayan decidido aceptar entrevistas con los medios, una revista para ellos, eso es exclusivo.
— He adelantado muchísimo, estoy de lleno en este proyecto y no lo pienso desaprovechar. Aunque me tiene muy intrigada esa familia, demasiado diría yo.
— ¿Qué has encontrado? — preguntó curiosa, eran raras veces que yo comentaba sobre las personas que me tocaba entrevistar.
— Nada, es el problema — hablé pensativa — no hay nada sobre esa familia, casi parece que son fantasmas. Ninguna noticia anterior, fotos viejas, es como si hubieran sellado su casa, su empresa y quedaron atrapados en el tiempo.
— Eso es muy raro, la verdad.
— ¿Y porque una empresa fundada en Londres, contrataría una editorial americana?
— No tengo idea, pero si fue un buen negocio para César y para nosotros. Han llovido contratos y mucho mas trabajo desde que se publicó que estaríamos trabajando en Europa.
— Son muchas preguntas, cada una me lleva a otra y así. Tiene toda mi atención y es muy refrescante, me siento orgullosa que César confiara en mi para este trabajo.
—Por supuesto que te lo daría, eres la mejor periodista que tiene aquí Emily; empieza a creerlo por favor. Y yo también estoy orgullosa de ti, de lo que has logrado.
— Gracias — susurré emocionada.
— Tal vez el dueño tenga algún defecto físico — me dio una sonrisa volviendo al tema anterior, conociendo los pensamientos que amenazaban con llegarme —¿Y si son mafiosos que lavan dinero con la fábrica? Quizá tienen comprada la prensa y no les conviene dar detalles a ellos.
— ¡Que cosas inventas! Tal vez es una mujer exitosa que no desea que su familia esté expuesta al mundo de los chismes y quiere mantenerlos lejos de toda esa mierda de revista que lees de vez en cuando.
— ¡Oye! Tenemos que estar informadas de todo. Y bien que te gusta preguntarme cuando me ves con una de ellas.
— Es solo curiosidad — respondí de mala gana antes que una voz masculina nos interrumpiera.
— Buen día señoritas — mi jefe llevaba una sonrisa extraña. El dueño de la editorial estaba en mi oficina y debía ser importante, normalmente nos hacía llamar hasta su piso. Me puse de pie y le invité a pasar mientras Erika lo observaba pasmada y en silencio.
— Buen día señor ¿Qué se le ofrece? — avanzó tranquilamente dando un vistazo a los papeles encima de mi escritorio.
— Necesitamos hablar sobre el viaje a Londres — lo miré un poco nerviosa y le di una señal para que tomara asiento.
— Usted dirá ¿hay algún problema?
— No del todo, quedan dos semanas para iniciar todo el proyecto. Te confié este reportaje porque admiro mucho tu trabajo, tu forma de escribir trasmite muchísimo. El articulo más aburrido es ligero de leer con tus palabras y eso hace que empatices con los lectores.
— Muchas gracias, yo… no sé qué decir — me sonrojé un poco, no todos los días un hombre con tanta experiencia te halagaba.
— No tienes que decir nada, en verdad lo mereces has hecho un excelente trabajo en cada tema que se te ha asignado además de se eficiente y responsable. Dicho esto, es necesario dar algunas indicaciones y cambiar otras — le puse toda mi atención, luego de ese reportaje tenía una propuesta de ascenso en el periódico de la editorial — La familia Sures't es demasiado reservada, han confiado en nosotros para lanzar su historia. Para relatar de un punto de vista objetivo como han logrado el éxito de su negocio. No es tarea fácil.
— Adoré este trabajo desde que me lo propuso y estoy con todas mis energías en ello. Se que puedo lograrlo, no se arrepentirá de haber confiado en mí.
— No tengo ninguna duda Emily y creo que su estancia será aún mas productiva porque hemos decidido que no irá sola — lo observé confundida — se ha añadido un pequeño documental por lo que necesitaremos fotos, vídeos y otros materiales. La señorita Valentinos deberá acompañarla.
Sin importarnos la presencia de César dimos un gritico emocionadas ¡Era genial! Viajar a otro país con Erika era un sueño, no podía estar más feliz.
— Sabía que les agradaría la sorpresa — nos regaló una sonrisa y mi amiga casi se hizo un charco inservible en la alfombra. Había que admitir que César era guapo, un hombre enigmático. Trigueño de ojos miel y con un cuerpo de infarto, entendía en leve enamoramiento que tenía por él. Yo siempre fui mas de rubios, de hecho, mi futuro esposo cumplía todas las características de mi hombre soñado.