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Narra Annie

Otro mensaje más de ese chico misterioso me acaba de llegar, justamente un viernes a las 21 de la noche cuando  yo tenía que irme para la fiesta con Laura.
El mensaje decía lo siguiente:

"Se que esto sonara raro, pero  me gustaría verte"

No sabía que responder, esto era demasiado. Estaba  siendo acosada por un chico que nunca había visto, pero bueno supongo que es normal en el mundo de los populares .

Me coloque unos zapatos de taco fino en los pies, eran las fueron los mismos cuando fui al shopping con Laura y para tener un look único, me hize el pelo un chonguito en el pelo.

—Hoy matas a los chicos, diosa— me dije en el espejo, siempre que me vestía hacía diferentes tipos de poses y me decía cosas lindas frente al espejo, luego de que me observe me tiré un beso a mi misma.
Me coloque mi campera de cuero negra por si hacía frio  y fui la habitación de Charlie para pedirle que me llevara a la fiesta. Mi papá estaba trabajando en Argentina cada fin de semana se iba más seguido, pero era  para  ver cómo trabajaban y se manejaban sus empleados sin él.

Al entrar Charlie estaba metido en su cama tapado hasta la nuca mirando televisión, siempre miraba los mismos canales.

—Tienes que llevarme a la fiesta de Danna—le ordene

—¿Comiste algo? No pienso ir a buscarte borracha de nuevo—me  pregunto, en la fiesta de egresados que había ido el año pasado, me acuerdo que termine borracha y  Suga lo llamo para que me buscará, él tonto estuvo ahí cuidandome toda la noche,  pero cuando llegamos a casa lo disfruté mejor entre las sábanas.

—Comi solo ensalada, así que apúrate que no tengo toda la vida, ensima tenemos que buscar a Lau—dije, tome el control del televisor y se lo apague para que se levantará de la maldita cama.

—podrias ser un poco menos maleducada, mocosa ricachona—se quejo

—¡Quieres que te despida! ¡Deberías estar agradecido que le damos trabajo a un viejo de casi 50 años que está casi quedando pelado, tus nietos al menos no tienen que avergonzarse de su abuelo!—dije gritándole, estaba enfurecida con Charlie y con la gente que  siempre  me decía "mocosa" y varios de mis empleados estaban siendo rebeldes—¡Te dije que te levantarás, viejo verde!—le quite la sábana y estaba en pijama, enfurecido se levantó y me insultó.

—¡Que me dijiste, porque no lo repites,  pedazo de puto!—le conteste a Charlie respondiéndole lo que me dijo,  había aprendido algunas palabras de los empleados mendocinos de mi papá. Él empezó a sudar, tenía cara de preocupación y se arrodilló ante mi y dijo llorando

-tranquila Señorita White, yo solo la cuido como la hija que nunca tuve. No me despida mi hermano está enfermo y necesito ese dinero para pagar su  medicina -

—Esta bien, pero que sea la última vez y levanta las sábanas del suelo, parece una villa—dije yendome de la habitación. Lo perdone porque lo necesitaba, aunque hubiera contratado mi padre a alguien más joven.