Mientras caminaban, Adrián parecía serio al lado de Eileen. La ignoraba ya que no era de su interés hablar con "la dama de compañía de la emperatriz" o bueno eso era lo que él creía.
—Señor dígame ¿le agrada la estadía en el imperio? —Se paró delante de él y le sonreía amablemente
—Bueno, son muy sociables —Adrián se hizo a un lado de Eileen para pasarla, pero ella lo evitó moviéndose
—A mí me encanta estar aquí, aunque la emperatriz tenga un pésimo humor es hermosa ¿No lo crees? Además, el emperador es el hombre más amable que existe en todo el mundo —Alagaba y su cara se podía ver la felicidad y la comparación entre los emperadores
Adrián se sintió incómodo ante su presencia, las dudas de que aquella chica fuera la dama de Alysa se iban formando. La emperatriz no debería tener una dama con una lengua tan larga.
Alysa, Catalina y otras damas de compañía que se acercaban a ellos, veían como era la insistencia de Eileen con Adrián y ya se estaba imaginando que pasaba. Alysa estaba sería y se acercó más rápido a ellos, pero manteniendo su firmeza, Catalina detrás de ella trató de calmarla. Ya que su expresión y su temperamento frío podrían convertirse en un problema, por el cual Eileen podría sufrir consecuencias más tarde.
—Oiga, aun no me ha dicho su nombre, ni de qué parte del imperio viene ¿Acaso está siendo perseguido y busca la protección de la emperatriz y el emperador? —Su expresión era inocente y acariciaba un mechón de su cabello. Así tendría un aspecto más vulnerable a los ojos de Adrián —Aunque la mejor para acudir a esos casos podría ser la emperatriz, creo que es la mejor opción para buscar protección, ella podrá serle de buena ayuda —Pensó que sus palabras habían sido de ayuda. Lástima que no pensara antes de hablar
Adrián tenía una expresión sombría, sus palabras lo enojaron y ofendieron, aquellas dudas que tenía ya habían sido resueltas, ella tenía que ser algo del emperador; sin embargo, no creía eso.
Lo que vio en los emperadores era amor puro; sí ella era algo de él no creía que la cambiará tan fácil por una mujer que no pensaba en sus palabras.
—Oiga, ¿Pasa algo? —Observo con cuidado y se dio cuenta que hablo más de la cuenta
—Su majestad el rey Adrián —Hablo Alysa detrás de ellos
Ambos habían puesto sus ojos en Alysa. Adrián hizo una pequeña reverencia y ella la siguió. Puso sus manos en su vestido lo extendió y agacho, sus damas también hicieron lo mismo. Eileen estaba confundía
«¿Por qué ella lo llamó "su majestad"? ¿No era un invitado común? ¿Realmente estoy tratando con alguien de la realeza? Sí es así, entonces él le dirá las cosas horribles que dije sobre la emperatriz. Ahora sí estoy muerta, Eileen eres una tonta»
—¿Está disfrutando la estadía? —Su voz era relajada y tranquila, aunque su rostro mostraba seriedad. Una ligera sonrisa hizo que Adrián también sonreirá
—Su majestad, es un imperio muy sociable y sus compañías son inesperadas. Siempre encuentras cosas nuevas en el palacio —Dijo sonriente
Alysa dirigió su mirada a Eileen quien tenía la cabeza baja y parecía sería, algo andaba mal. Su imagen le recordó a la de un cachorro cuando sabía que había hecho algo malo. Aunque por la expresión de Adrián todo había cambiado a partir de que ella apareció.
—Me alegra mucho que disfrute de nuestra solidaridad. Dígame ¿Fue respetado por los miembros del palacio? —Con sus palabras se refería Eileen
—Claro, son todos muy amables, aunque haya tenido algunos inconvenientes.
—¿Inconvenientes? —Preguntó con sorpresa
—Verá el palacio es muy grande y me perdí, luego me encontré con esta señorita —Su expresión era seria al verla, pero al dirigir su mirada a Alysa la relajo —Al principio pensé que era su dama de compañía, pero no recibí ninguna ayuda de su parte —Adrián se hizo aún lado de la emperatriz
—Yo... lo... siento, no sabía que era alguien importante, yo... no lo sabía —Habló bajo , Alysa la observo sería. No quería hablar con ella porque no era su problema
Pero si sus palabras ofendían al rey, tenía que intervenir como emperatriz y monarca del imperio.
—Catalina por favor guíe a... —Sus palabras quedaron cortas, Ordenó sus ideas del principio y sonrío —Eileen a su habitación. Las demás espérenme —Su plan principal era evitar a Catalina con Adrián, y ella se quedaría con Eileen
—Sí, su majestad —Respondieron todas
Adrián entendió rápido y siguió a la emperatriz, caminaron lado a lado, por los pasillos del palacio. Siguieron hasta una pequeña habitación que era poco usada en el palacio, pero estaba bien ordenada. Con muebles cómodos, algunos cuadros y encima de una pequeña mesa había bocadillos y té.
Al sentirse extrañado por la amabilidad de la emperatriz, pensó que tal vez hablarían a solas de la negociación; algo más de lo que habían hablado con el emperador. Pero no accedería a hablar con ella sobre esos temas, ya que para ello se necesita tanto al emperador como a la emperatriz.
—Tome asiento por favor —Dijo indicando su asiento
Adrián se sentó y esperaba escuchar las palabras de la emperatriz.
—Debe estar cansado. Por favor Beba un poco de té y conversemos un poco —Sonrío amablemente
«No es apropiado de una emperatriz reunirse con un rey de un imperio enemigo, pero si no hago esto mis dudas no estarán resueltas» Pensó Alysa
—Es usted muy amable su majestad, pero ¿De qué quiere hablar? Sí ya dejamos ciertos temas en la negociación —Bebió un poco de té, se sorprendió por el sabor —Esto es...
—Es té de Fruta Del Dragón, he escuchado que es muy bebido en su imperio ¿Le gusta? — Explicó, mientras removía su té con una cuchara
Adrian sonrió y pensó que sería una buena tarde. Ya que en su imperio beber este té en la tarde representaba interés.
«Alysa Edevane, durante el tiempo que esté en su imperio espero formar una amistad con usted. Así conoceré más sobre su cultura y las principales razones para no atacarlos»
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Editado: 24.01.2024