No hubo respuesta de parte del rey, y eso aumentó las sospechas de Marcus, que bajando la cabeza analizó la situación sólo para llegar a la conclusión, que su mente estaba en blanco y no sabía cómo solucionarlo.
—Está interesado en ella —comentó y eso produjo que Adrián frunciera el ceño
—¿Qué te hace pensar eso? —inquirió
—¿Lo que le comenté no le pareció suficiente? —devolvió la pregunta
—Todo lo que dijiste fue una escena un poco exagerada ¿no te parece? Además, que seguridad tienen tus palabras, crees que por acercarme a ella y sonreír amablemente, inmediatamente se vuelve un interés —contestó —, Marcus amigo mío, te recomiendo dejar de pensar en cosas innecesarias y relajarte te ves tenso y no quiero que mi mano derecha termine en un estado crítico —comentó tomándolo del hombro y señalándole una silla, para luego tomar su libro, pensando que el agarre de Marcus había disminuido
Pero no fue así, con sólo jalar el libro a su dirección Marcus hizo más presión en la tapa y lo fulmino con la mirada.
—Majestad, piense cuidadosamente y mueva estratégicamente las fichas de ajedrez, de lo contrario terminará perdiendo en un jaque mate —mencionó soltando el libro y saliendo de la habitación
Adrián estaba confundido ante la acción de Marcus, podía entenderlo por partes, ya había tenido una mala comunicación con Bennett, porque él pensaba que podría pasar algo entre Alysa y él.
Pero y sí, ¿pasaba algo? Él no estaba con ella, la ponía por debajo de su amante, no parecía estar al tanto de sus necesidades y cada vez que se acercaba no parecía muy feliz.
Había escuchado que su matrimonio era feliz, pero ella, o él, no daban señal alguna de confirmarlo.
Al principio le pareció una pareja realmente bella, pero luego, eso se perdió, Bennett se lo dejó claro y Alysa parecía feliz a su lado o al menos en lo que llevaban de amigos lo hacía.
Adrián le mostró magia, Bennett sólo le restregaba en la cara a su amante,
Sí jugaba con la ficha que él estaba usando.
«Estoy pensando más de la cuenta y ahora con una alianza intermedia ya no puedo pensar en esta opción, pero sería realmente interesante verla jugar con fuego, claro que me interesa. El emperador sólo está malgastando la juventud de una hermosa flor, pero yo puedo hacer que esa flor florezca siempre; el amor lleva a las personas a hacer cosas realmente estúpidas, pero yo puedo mostrarles lo que es una buena jugada» sonrió al tener una idea clara y estaría dispuesto arriesgar todas las fichas del ajedrez, con tal de tener a la reina
***
La hora prevista llegó, y dirigiéndose a la biblioteca sin duda, sus ojos rozaron fuertemente con los de Eileen, quien tenía una mirada de arrepentimiento.
Al estar lado a lado, su mirada bajó drásticamente, no era capaz de verla a los ojos, hasta después de cinco pasos que la levantó.
Alysa giró su rostro moderadamente y por la dirección a la que caminaba, pudo deducir que se dirigía al salón comercial, donde se encontraba Bennett.
Respiro profundo y su mirada fue más fría, así fue todo el camino hasta la biblioteca; sin embargo, sus ojos cambiaron su aura fría al toparse con los de Adrián que estaba a punto de entrar a la biblioteca.
Habían llegado al mismo tiempo y como era costumbre para el rey, sonrió al verla.
Él abrió la puerta de la biblioteca esperando a que Alysa entrara, se dirigió a una mesa donde dejó los documentos de la alianza firmados a un lado.
Adrián tomó un libro de fantasía y lo dejó a un lado suyo, pegó sus manos y su rostro desbordaba una luz y calidez indescriptibles.
No podía verlo por mucho tiempo, no era lo mejor del mundo hacerlo, no era adecuado.
Tomó una ligera bruma con un ligero temblor en sus labios, sus ojos se dirigieron al libro que él estaba tomando.
—¿De qué tipo de negocios desea hablar? —preguntó desviando su mirada a su rostro
—De magia —respondió
—¿Magia? Usted es un mago, una bestia divina que puede transformarse en el animal que se le ha destinado. ¿Qué tipo de magia busca en mi imperio? —dijo y eso llamó la atención de Adrián que con una mirada comprometida tomó el libro y lo puso en la mitad de la mesa
—¿Sus magos, hechiceros y adivinos, pueden manejar armas a su antojo? ¿Transportar a un ser mortal a un mundo ficticio? ¿Hacer pociones capaces de confundir las mentes débiles? —preguntó con un tono comprometedor
Ella alzó una ceja y Adrián con un ligero brote de luz saliendo de uno de sus dedos hizo un símbolo en la portada del libro, haciendo un círculo perfecto.
Luego, en la parte final del círculo empezó a trazar una línea la cual se dividió en tres y en la punta de la figura principal tomó el final del círculo he hizo otro triángulo.
El símbolo brilló y sus ojos brillaron junto con él.
—¿Quiere ver a lo que me refiero? —preguntó sonriente
Alysa estupefacta con el símbolo y sus palabras, asintió con la cabeza y con una palmada fuerte en el libro toda la biblioteca se transformó en un bosque de nieve.
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Editado: 24.01.2024