Al parecer Yibo aun no llegaba a la casa pues su auto no estaba en la cochera y las luces de la casa seguían apagadas. Espero que no haga doble turno hoy, me siento algo afectado por lo que está pasando y en este momento lo único que quiero es acostarme en la cama con mi esposo y que este me abrace fuertemente hasta que amanezca y todos mis miedos desaparezcan.
…
Bien, me quedé con ganas de que mi esposo llegara y me abrazara. Era alrededor de media noche cuando Yibo me habló por teléfono para avisarme que no llegaría a casa, pues al parecer llegó un paciente de emergencia y tenía que entrar a quirófano.
Ya con mis esperanzas caídas, apague todas las luces de la sala dejando solamente una luz en la cocina. Yibo podrá parecer un hombre fuerte y frío, pero solamente quien lo conoce realmente sabe que le tiene miedo a la oscuridad, y con el tiempo me fui acostumbrando a dejar alguna luz encendida.
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Escuche el timbre de mi teléfono a la distancia, verifique la hora y apenas habían pasado dos horas desde que me vine a acostar. Conteste aun medio dormido, pero al escuchar la voz de la persona del otro lado del teléfono, despertó inmediatamente.
-Hola. Lamento molestarte a esta hora. Pero, crees que podamos hablar. Estoy afuera de tu casa.
-Voy para allá.
Salí y me encontré a Peter sentado en las escaleras de la entrada. Se veía triste y a la vez pensativo.
-¿Qué pasa?- pregunte. -¿Todo bien?, ¿Cómo está tu esposa?.
-Si, ella está bien y nuestro bebé también. Quería hablarte de otra cosa. - Se tomó su tiempo antes de hablar, parecía que estaba ordenando todos sus pensamientos. - ¿Cómo es que lo sabías?. Hable al Pentágono poco después de que te fuiste, a decir verdad, mi esposa me obligó a hacerlo. Hablé con uno de ellos, les di las coordenadas que me dijiste y enviaron a un escuadrón a buscar el avión en donde iban mi padre y sus compañeros.
-Ya te dije como es lo sé. No quieres creerme, ese es el problema.
-¿Está aquí?.- dijo preguntando por James.
-Si, justo a lado de ti.
Dile que lamento mucho el no haberlo visto crecer y convertirse en el hombre que es ahora. Me hubiera gustado estar ahí en sus primeros pasos, o en su primera palabra. Apuesto que lo primero que dijo fue “mamá”. Daría lo que fuera, con tal de estar en este momento a su lado, verlo convertirse en papá y darle los consejos que yo no pude poner en práctica. - dijo sonriendo.
-Dice que lamenta no haber estado ahí para ti y tu madre. Y que daría cualquier cosa con tal de verte convertir en padre. - dije ya con lágrimas en los ojos.
-A mí me gustaría que estuvieras aquí papá, no sabes lo asustado que estoy. No se si seré un buen padre, tengo tanto miedo de no poder lograrlo. - A este punto, Peter ya estaba llorando y James también, y yo bueno, creo que fui el que soltó la primera lágrima.
-El va a ser un buen padre, yo lo sé. Dile que cuando me encuentre, que me entierre a lado de su madre, no como un soldado, sino como su padre.
-Lo haré.- le dije asegurándose.
-Que… ¿qué está pasando?, ¿qué es esa luz?. No sé, pero la veo y siento mucha paz. ¿Debo ir hacia allá? .- pregunto mirándome.
-Si, si deberías. Tal vez te encuentres con alguna sorpresa del otro lado.- dije sonriendo.
-¿Qué está pasando? ¿qué está diciendo?.- preguntó Peter con incertidumbre.
-Él está listo para cruzar. - le dije.
-¿Cruzar?, ¿A donde?. No, dile que no puede irse. Acabo de recuperarlo. - dijo Peter con una desesperación clara en su voz.
-Es ella. No puedo creerlo. Es Lauren, y me pide que vaya con ella. - los ojos de James brillaron.
-Está viendo a tu madre. - le dije a Peter. - Le está pidiendo que vaya con ella.
James volteo una última vez a verme. -Dile que se cuide mucho, y que cuide a ese bebé. Nosotros siempre vamos a estar cuidandolos. - dijo finalmente cruzando la luz, yéndose con su amada esposa.
Se fue. Y por la cara de Peter, supongo que lo sintió.
-Tengo unas cosas que decirte, algo que tu padre quería que supieras.-dije mirándolo. Solo asintió.
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No estoy seguro de que hora era, solo sentí como Yibo me daba un beso en la frente, en señal de que ya había llegado a casa. Me acomode mejor en la cama, haciendo espacio para él. Gracias a Dios era domingo, entonces podía quedarme en casa todo el dia, en la cama con mi esposo tal y como Yu Bin había sugerido.
…
¿Quieres agua, jugo o una copa de vino?- preguntó mi esposo desde la cocina. Hoy, nuestro único día libre, la estamos pasando en la sala, viendo alguna película o serie que nos llame la atención.
-Vino.- dije. -Ah oye, recuerdas al fantasma que te comente, James. Bueno, fui a la dirección que me diste, vi a su hijo, le dije sobre su padre, después me eché de su casa pero ahora todo está resuelto. James ya pudo cruzar, y se reencontró con su esposa, que había fallecido hace 5 años ya. - le comente a Yibo al tiempo que tomaba asiento a mi lado en el sillon.
-Enserio, nunca dejará de sorprenderme esto que haces. - dijo dándome un beso. -Yo creí que mi semana había sido difícil pero creo que no se compara con la tuya.
Rei por su comentario. -¿Sabes?. Vi como la cara de James brillaban de emoción y anhelo cuando se reencontró con su esposa, y no pude evitar pensar en que probablemente así me vería yo si algo te llegase a pasar. Quiero vivir contigo hasta envejecer, quiero que tengamos hijos, y que juguemos con nuestros nietos. Quiero estar contigo para siempre. -dije besandolo.
Zhan no lo sintió, pero él estaba ahí, observando a la distancia. Silencioso, pero siempre estando ahí.