La separación de Raquel

En efecto, Raquel y Enrique se separaron y ella volvió al hogar paterno.

Bajo la tutela de sus padres, nuevamente retomó sus estudios, pero cambió de especialidad; también empezó a solicitar un empleo cónsono con sus expectativas del estilo de vida que aspiraba mantener en el futuro.

Estaba ansiosa por recuperar su lozanía y belleza que sentía haber perdido durante lo que consideraba su desastrosa vida conyugal.

-Charlotte, jamás volveré a cometer el error de hacer las cosas impulsivamente, sin pensar con detenimiento las consecuencias que resultarán de los actos que realice.

-Mi objetivo es casarme con alguien que me ofrezca una forma de vida cómoda, espléndida pues es lo mínimo que merezco y estoy dispuesta a ejecutar todos los movimientos que me lleven al logro de lo que me estoy planteando.

-Raquel, tampoco es bueno que te vayas al otro extremo, no para ofrecerte al mejor postor.

-No se trata de eso, se trata de actuar en forma premeditada, analizar concienzudamente cada paso, tomar buenas medidas para evitar un nuevo fracaso, soy muy joven, puedo rehacer mi vida.

-Mis hermanas, todas viven estupendamente, de manera confortable, viajan regularmente, tienen servidumbre, por lo que se dedican a mantenerse en óptimas condiciones de salud y belleza. Eso es lo que quiero para mí. Ya no quiero una vida de privaciones de ningún tipo, no seré yo la única que no pueda conseguir esa meta.