fascinación

Vincenzo abre los ojos

Vincenzo llegó a la casa de Natalia como era su costumbre un sábado en la tarde a visitarla. Se oía música ambiental, había una serie de mesas, sillas y toldos en todos los jardines. Él no sabía que ese día había una reunión del padre de ella con una serie de colegas.

Ella lo estaba esperando a la entrada.

Lo recibió con un beso.

- ¿Por qué no me advertiste que hoy tu padre tenía este agasajo?

- ¿Para qué? Es un brindis de ellos, tú y yo no tenemos nada que buscar allí.

-Al menos hubiera venido mejor trajeado, o no hubiera venido hoy, me siento algo incómodo.

-Pues vayamos a la terracita, nos sentamos y yo te traigo algo del ágape para que degustemos nosotros también.

Mientras Natalia iba por los entremeses y las bebidas, él recordó las advertencias que le había hecho su padre respecto a la chica y su familia.

Era un grupo bastante numeroso de caballeros y damas de cierto prestigio, pertenecientes a la élite de la sociedad política.

Las damas todas muy elegantes a la moda y los caballeros de estricta etiqueta.

Se sintió bastante desentonado y fuera de lugar en esos momentos.

Se quedó durante el tiempo que creyó prudente y luego se marchó despidiéndose de ella.

-Ya sabes, en el lugar de siempre mi princesa, el que llegue primero espera por el otro en nuestro banco de madera.

Se besaron como siempre.

Al regresar de la visita a Natalia, Vincenzo y su padre conversaron largamente hasta bien entrada la madrugada.

-El asunto es que la chica me gusta mucho, pero tenías razón papá, es otro mundo muy distinto al mío, si hubieras visto lo engalanados que estaban los invitados, casi parecía una alfombra roja de un espectáculo en Hollywood.

--Me sentí muy fuera de lugar, desentonando en ese sitio; no sé cómo puedo hacer para resolverlo.

-Tranquilízate hijo, bien lo dice el dicho: “Un clavo saca otro clavo”.

-Qué quieres decir con eso?

-Busca otra chica, eres joven, puedes olvidar a Natalia; empieza a socializar con varias y verás, como en poco tiempo ya la habrás olvidado, aléjate de ella a la brevedad porque no es la idónea para ti; ya bien lo has dicho, es otro mundo, no está a tu alcance, retírate antes que te haga daño, busca otro cariño, estás a tiempo.

Mauricio se sentía mal por lo ocurrido en el túnel del terror.

-Creo que me aceleré, Sarah posiblemente no quiera tratarme más y la entiendo, pero es que yo estaba deseoso de sentirla cerca, abrazarla, resulta que ella aún no siente lo mismo que yo.

-Siempre te afiebras así con las chicas que te gustan, debiste saber que con ella se requiere trabajarla más antes de proceder.

Vincenzo y Kevin reían.

-Peor estás tú Vincenzo, atormentado por la diferencia de clases entre Natalia y tú.

Este fin de semana vamos a salir con unas chicas de otra facultad que conocí por Cristopher, estudian con su hermana y están muy bien plantadas.

-Iremos a la Disco con ellas; están iniciando los estudios.




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