fascinación

La seductora Elizabeth

Soraya llamó a Charlotte para invitarla a la Disco. 

-No me vas a decir que esperarás toda una vida a que Maximiliano decida invitarte a salir a bailar, te vas a poner anciana y no lo hará, vamos con Armando y Leopoldo; son chicos guapos, sólo se trata de pasar un rato divertido, no es para casarte con ellos. 

-Bien, no me hará daño salir un rato sin textos ni libretas de notas 

-Y a ver si te sacudes al Maxi por un rato del cerebro. 

Armando y Leopoldo pasaron por ellas a la hora convenida para ir a la Disco. 

Cristopher y Rosemary pasaron por Magdalena, Elizabeth y Hortensia y se fueron a la Disco. 

Mauricio, Kevin y Vincenzo tenían rato allí cuando llegaron Cristopher y las chicas. 

Pidieron algo en la barra y al rato estaban todos en la pista disfrutando de la música del Dj. 

Apenas Elizabeth vio a Vincenzo, lo acaparó, no le dio tregua a las demás para bailar con él; la música lenta fue la excusa perfecta para apretarse en sus brazos, a pesar de la elevada estatura del joven y siendo ella mucho más baja, se enterraba prácticamente en el cuerpo masculino. 

Charlotte y Soraya ingresaron a la disco con Armando y Leopoldo. 

Luego de tomar sus bebidas salieron a bailar en medio de la semi penumbra y las luces parpadeantes.

Soraya bailaba con Armando y Charlotte hacía lo propio con Leopoldo. Al sentirse la melodía lenta, Leopoldo intentó abrazar más fuerte a la chica, pero ella rechazó el apretón y puso distancia con el brazo. Leopoldo acusó el rechazo y al poco rato, le dijo; “sentémonos, en realidad yo tengo mi novia; sólo quería pasar el rato divirtiéndome contigo”.

No la invitó a bailar en todo el resto de la noche y ella permaneció sentada sin bailar con nadie más. 

En un descanso, Soraya pidió a Charlotte que la acompañara al tocador. 

-Qué pasó, por qué no bailan ustedes? 

-Ese petimetre quería apretarme y estrujarme y como no me dejé, no baila en forma decente conmigo. 

-Te perdiste de ver a Vincenzo, el novio de Natalia, está con una chica que poco les falta para irse a la cama; la tiene enterrada, encostrada a su cuerpo; la chica tiene el rostro y el cuello muy ruborizados, se ve que está muy excitada. 

-Pobre Natalia, creyendo que Vincenzo la quiere mucho y él está aquí, restregándose con otra.  

-No le cuentes esto a Natalia porque le causarías un gran dolor. 

-Pero el tipo resultó ser un farsante. 

-Pues cuídate de decírselo, deja que ella se dé cuenta por sí misma, lamentablemente, será como siempre, la última en enterarse.

Así decidieron que ninguna de las dos informaría nada de lo visto a Natalia; que la misma vida se ocuparía de mostrarle a ella lo equivocada que estaba respecto al primer amor de su vida.

Mientras todos disfrutaban alegremente con las recién conocidas, Charlotte se sentía triste por lo que recién descubrió y teniendo que esperar hasta que decidieran los demás salir de la Disco. Sólo pensaba en Maximiliano creyendo que, si hubiera estado con él, ¡qué diferencia! En su ilusión se imaginaba que se hubiera pasado toda la noche bailando feliz, no con este petulante grosero que le tocó por compañero esa noche. Soraya en cambio se sentía muy bien con Armando, éste resultó muy entretenido, un bailarín de los mejores y de amenísima conversación, aunque ninguno de los dos estaba interesado en desarrollar un romance con el otro, solamente pasar un rato diferente.

Se marcharon de la Disco en la madrugada, cada quien con el respectivo grupo que había llegado.




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