El día del cumpleaños de Natalia, todos estaban atentos por el brindis, reunidas las amistades y familia.
La fiesta espectacular, a todo lujo en uno de los salones más importantes de la urbe.
Los padres, orgullosos de cómo se desenvolvía todo en el lugar y de lo hermosa que quedó Natalia en su atuendo especial para la gran ocasión.
Sin embargo, la agasajada sentía que era el día más triste de toda su corta vida.
No dejaba de extrañar a su príncipe, que se había alejado sin motivo aparente y sentía ráfagas de culpa, se preguntaba cuál sería el error que cometió para que ocurriera el distanciamiento.
-No fue tu culpa, tal vez él se equivocó, no estaba seguro de sus sentimientos; eres muy joven, volverás a enamorarte, ya verás.
Eran las palabras de consuelo de Charlotte en el tocador de damas, cuando Natalia irrumpió en sollozos y le confesó su verdadero sentir.
-Cambiaría esta celebración por un sólo minuto a solas con él para que me dijera qué lo alejó de mí. Todo este derroche de lujo y esplendor no puede comprarme un minuto de felicidad con mi único amor.
Editado: 05.10.2021