La realidad de Maximiliano

Por su parte, Maximiliano había ido al aparcamiento a buscar algo en su auto cuando se encontró con Roberto Mascariello.

-Qué hay? saludó este último

-Todo igual.

Ambos eran amigos desde la preparatoria y Roberto le conocía todo su historial y a su familia entera.

Él sabía que el padre de Maximiliano había hecho algunas inversiones equivocadas que le habían afectado su patrimonio. Por lo tanto, tuvo que buscarse otro socio a fin de resolver la situación financiera de ese momento. También sabía que el joven era novio de la hija del socio nuevo de su padre.

-Sabes, estoy sintiendo una fuerte atracción hacia Charlotte, pero no puedo romper mi relación con Josephine, son muchos años ya y ahora me siento moralmente obligado porque su padre está ayudando al mío a sacar a flote el negocio.

-No quiero hacerle daño a Charlotte porque es una buena chica, estoy perdidamente enamorado de ella, lo que siento por ella no lo he sentido nunca por Josephine, ni creo que llegue a sentirlo jamás, por eso tendré que alejarme, pero me es muy difícil hacerlo.

Ya Roberto había corroborado lo que sospechaba, ahora Maximiliano se lo estaba confirmando de su propia boca.

Se despidieron y Roberto sintió pena por Maximiliano, es duro renunciar a un amor, cuando se es tan joven por cumplir con el deber familiar.