fascinación

La conspiración de Charlotte

Las estudiantes que vivían cercanas a la casa de Niccole, provenían de una provincia lejana. Una de ellas, Raiza, era muy coqueta y empezó a coquetearle abiertamente a Francisco; éste como notó que Niccole no se decidía a corresponderle, le siguió la corriente a la otra chica.

- ¿Qué ocurrió con el tal Francisco Joaquín, al que le has averiguado todo acerca de él y su familia y por el cual has mostrado tanto interés desde que te conozco hermanita querida, no he vuelto a verle por este hogar? Preguntó Charlotte en la mañana de un sábado que Niccole se había venido del hostal a su hogar paterno.

-Raiza empezó a coquetearle con mucho afán, creo que ellos están viviendo un romance.

Ese día, por casualidad Francisco supo que Niccole se encontraba donde sus padres y se llegó hasta el lugar de visita.

Llamó a la puerta y:

- ¡Oh, sorpresa! Niccole estás aquí en tu casa, ¿te cambiaste del hostal?

-Lo que ocurre es que yo permanezco allá con Beatrice de lunes a viernes; el fin de semana me vengo al hogar de mis padres, a menos que tenga algún plan con las chicas del hostal.

 -O sea que hoy estás varada, te gustaría ir al cine podemos ir Charlotte, tú y yo ¡si aceptas, claro! 

. Charlotte que estaba llegando al living de inmediato contestó por ella:

-Iremos contigo, por supuesto, para hoy no tenemos nada pautado en la agenda.

Niccole le lanzó una mirada fulminante.

Acababa de comentarle que ese chico estaba ligando a Raiza y viene ella y ¡zas! sale a aceptarle una invitación.

- ¿Vas a invitar a alguna otra amiga? Le preguntó con mala intención.

-No, voy a ir con ustedes dos solamente.

Luego de salir del film, se sentaron en una cafetería. Charlotte hablaba muy animadamente, mientras que Niccole permanecía casi muda.

Regresaron a la casa y cuando él se despedía Charlotte le dijo:

-Vuelve cuando quieras, ésta es tu casa; preferiblemente, puedes venir los week end que es más seguro que estemos aquí.

-Por qué me hiciste eso, de estar invitando a ese tipejo a venir si anda revoloteándole a la Raiza esa, ¡es un descarado!

-Pues yo lo estuve analizando y me di cuenta que está loquito por ti, eres correspondida hermanita, déjalo que venga el próximo fin de semana, te lo voy a envolver y te lo daré de regalito, ¡ya verás!

-Ten mucho cuidado con lo que te inventas, no me vayas a dejar haciendo el ridículo frente a todos.

- ¡Ya verás hermanita, ya verás!




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