La timidez de Cameron

Cameron chateaba con su galán enamorado.

-Mañana en la noche llevaré las fotos que tomé durante el paseo a la playa.

Al abrir la puerta, Cameron no sabía cómo recibir al chico que tanto le había fascinado con su beso.

Él entró con absoluta normalidad, le pasó el brazo por los hombros, atrayéndola hacia sí, besándola suavemente, mientras ella se sintió algo nerviosa y turbada.

Afortunadamente, las fotos fueron las protagonistas de la noche y sus padres hacían los comentarios, llenando el vacío del tímido silencio de Cameron; ella solamente esperaba lo que sucedería cuando él se marchara y ella fuera hasta la puerta a despedirlo.

Mientras todos hablaban ella tenía su imaginación volando, sintiendo, elucubrando.

-Cameron, dijo que ya se va, la madre la trajo a la realidad.

-Ah, sí, te acompaño hasta la salida.

Esta vez, ya no hubo disimulos de parte del joven, la tomó muy fuerte apretándola entre sus brazos y la besó en los labios, despertando ya más fuego en el interior de la chica.

Les costó algo más para separarse que la primera vez.

-Mañana vendré a verte de nuevo, traeré otra película, hasta mañana amor.

-Hasta mañana.