La tormenta se hacía cada vez más fuerte, el gran mal se acercaba poco a poco al "Reino de Tani", brotes de la maldad se adentraban a los pueblo más cercanos del reino, las personas huían del castillo mientras los caballeros hacían lo posible para retenerlos un poco de tiempo, la masacre estaba apunto de iniciar al caer el primer rayo en la zona...¡¡ KRAAAGGHH!!
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El trueno cimbro la tierra causándome un gran impacto e inmediatamente abrí los ojos, y despues de dar un gran grito de terror comencé a inhalar y exhalar de manera exagerada, sentía que me faltaba el aíre.
-¿ Este sueño de nuevo? ¿Por qué siempre se repite el mismo sueño? -
Ya había tenido este sueño antes pero cada vez se repetía más seguido, pero ¿porque?, quería restarle importancia pero algo me preocupaba de ese sueño, pero no había nada que hacer tengo que disfrutar este pequeño tiempo libre que tengo.
La mañana del día de hoy era fresca, se escuchaba el viento resonar en mis oídos y junto a ella las aves cantaban, me encontraba en un gran campo verde con pocos arboles que hacía que cualquiera que pasara por ahí a buenas horas de la mañana gozara de este momento de relajación, capaz de hacer dormir al más tenso o nervioso que se recostara en el pasto verde fresco de la mañana.
Sobre este pasto me encontraba yo, un niño de cabello y ojos negros que eran igual a una noche oscura sin nada de luz o eso quería creer, mi vestimenta era simple de hecho parecía estar hecha de trapos, mi "pantalón" se encontraba roto y mi camisa que alguna ves fue blanca como la nieve se encontraba hoy llena de suciedad y ahora hacia parecer a mi camisa como si siempre hubiera sido café, esto hacia notar de que era un niño que pertenecía a una familia con bajos recursos.
Con mis ojos cerrados y una pequeña sonrisa me sentía listo para dejar este mundo y adentrarme nuevamente al mundo de los sueños, me gustaba dormir en este campo ya que me hacia sentir mucha tranquilidad, cabe decir que este era mi momento favorito del día, la primera vez que llegue a este lugar me acompañaba madre, ella quería mostrarme este lugar ya que era uno de sus lugares favoritos, siempre que veníamos ella me contaba historias sobre el reino o bien de lo que vivieron ellos, mis padres, antes de conocerse.
Por alguna razón esa primera vez que dormí aqui, fue el comienzo de esas pesadillas, al comienzo no les prestaba atención pero después un sentimiento extraño atravesaba todo mi ser despues de despertar de aquella pesadilla.
Cada vez que me encontraba agotado y estresado venía a este lugar ya que trabajaba a todas horas del día, comencé hace 6 meses después de haber cumplido los 10 años de edad, no es que haya una ley que te obligue a trabajar a esta temprana edad, no, más que nada fue la necesidad por la escases de recursos en la que nos encontrábamos, trabajaba en cualquier puesto o lugar en el que me colocaran y aprendía mucho ahí, no importaba si era en la mina o con los inventores de hierro o de madera, por lo que era muy cansado todo lo que hacía.
"Vaya si que me gusta hablar mucho conmigo mismo, mejor me relajo de nuevo y no pienso en nada"
-Solo espero no soñar eso de nuevo - Esto ya era raro... ya que este sueño siempre aparece cuando duermo en este campo.
Me volví acomodar en el pasto e intente ya no pensar más en eso. Mi mente estaba más en aquel mundo de sueños que en el mundo de las realidades cuando...
- ¡Katsuo! Katsuo! ¿Dónde estas?-
Una voz interrumpió la paz en la que me encontraba en aquel lugar, poco a poco esa voz se fue acercando a donde yo estaba.
- Con que aquí estabas, te he estado buscando durante varios minutos - mencionaba el recién llegado.
-Si bueno, aquí estoy ¿Qué sucede? - conteste de forma controlada ya que si no, me hubiera atrevido a decirle que no me molestara en estas ocasiones "especiales".
-Madre y Padre estaban preocupados por ti, al igual que nuestros hermanos y hermanas y como soy el mayor me han mandado a buscarte-
-Pero si aún es temprano ¿no? apenas debería estar cruzando el lago que esta cerca del bosque- (Katsuo)
-Exacto... deberías pero no lo estas haciendo- Su voz me irritaba mucho en ocasiones, solo quería decirle que me dejara en paz.
-Pero bueno eso ya no importa, de todos modos aunque ya vinieras en camino te encuentras retrasado, muy retrasado, ¿sabes que horas son? -
-Según la posición del sol, tomando en cuenta la dirección del viento y el simple hecho de que no han sonado las campanas de la Santa Sede, entonces podría concluir que son las 11:30 de la mañana - Vaya hasta yo mismo me sorprendí por todo lo que acabo de decir, sería increíble que haya acertado a mi pronostico a pesar de no saber nada de lo dicho.
-... No entendí ni la mitad de lo que has dicho pero estas mal con la hora... ¿no recuerdas que el rey impuso un cambio en el método de horarios verdad?
-Hugh- Esto es malo, lo había olvidado por completo -Emm, claro que no, como podría olvidarlo (Risa nerviosa), vamos ya con padre y madre antes de que se haga más tarde - con una sonrisa nerviosa y un sudor escalofriante me levante del pasto y comencé a caminar lo más rápido posible, mientras mi hermano solo se burlaba de mi.
Mi padre quien era el único que trabajaba cayo enfermo y ya no teníamos recursos para sobrevivir otra temporada, desde que tengo memoria hemos vivido en este estado precario, vivimos en un pequeño poblado llamado Jodon que no esta muy lejos de aquí, mis padres son personas gentiles y generosas que no tienen ninguna pizca de maldad, el lugar en donde vivimos es una choza pequeña pero con muchos integrantes de la familia. En total somos cinco niños, dos niñas y tres niños, el que está caminando a mi lado se llama Gray y el es el mayor de todos ya que el tiene 12 años.