Después de cenar, Padre comenzó a hablar sobre los trabajos que me quizo conseguir pero que al final no aceptaron tenerme, hasta que se encontró con alguien que le debía un favor.
- Mañana me acompañaras Katsuo, te conseguí trabajo con un amigo mío - (Padre)
- No te preocupes te ambientaras muy pronto, ahi realize mi primer trabajo tambien - (Gray)
Como siempre Gray intentando suavisar la situación entre nosotros dos, la verdad cada vez lo admiraba más.
- Haz lo que puedas hacer Katsuo, no te sobresfuerces - (Madre)
-Es mejor que hagas tu mayor esfuerzo, ¿no es así niños? - (Padre)
- ¡Siiii! - (Niños)
Los tres más chicos gritaban respondiendo a Padre, les encantaba hacer eso con el. Al día siguiente salimos de la casa antes de que el sol mostrará su luz, caminamos un tramo largo que cuando llegamos a la Santa Sede ya era de día y con el sol mostrando la fuerza de sus luces.
- Es la primera vez que has estado cerca de la Santa Sede ¿no es así? - (Padre)
- Si, es la primera vez que veo mucha gente en un solo lugar - (Katsuo)
- Aquí llegan muchas personas de otros reinos, se reabastecen de suministros y materiales antes de seguir su camino, se podría decir que es un punto de encuentro - (Padre)
El lugar estaba lleno de personas, no sólo de los que vivían a los alrededores sino también visitantes de otros reinos. La Santa Sede era el lugar más poblado del reino por todo lo que ofrecía. Además de que era un lugar neutral, no había conflictos entre reinos aquí. Se podría decir que este era el lugar más seguro del mundo, aquí se podría encontrar los materiales de los más comunes a lo más extraños y raros, al igual que alimentos y especias que venían de otros lugares.
No había una sola calle que estuviera sola o que no hubiera puestos de cualquier cosa, por lo que note hay varias zonas que están divididas por los tipos de cosas que venden, en una zona solo hay comida, en otra materiales para construir y en otras herramientas de batalla, creo que a Padre le gusta esa zona, no le paraban de brillar los ojos a donde sea que el viera.
- Llegamos, aquí es donde trabajarás - (Padre)
El lugar al que llegamos daba miedo, parecía un calabozo en donde en cualquier momento te podrías encontrar con Ogros, o también Trols.
- Wade al fin llegaste, creí que me dejarías aquí sin ayuda -
- Lo siento, es un largo camino para llegar aquí... Katsuo te presento al viejo Aldous - (Wade-Padre)
- Eh... Hola... - (Katsuo)
- Con que tu eres el hijo de Wade... - (Aldous)
Aldous tenía la apariencia perfecta de mitad Ogro y mitad Trol, tenía parte de la ceja y ojo hecho bola, como si el golpe que recibió fuera reciente. Tenía poco cabello, además de tener un cuerpo grande y brazos enormes que le ayudaban a cargar ese gran mazo.
Parecía que llevaba días sin parar de trabajar la apariencia y el olor que emanaba le daba esa presentación.
- No te veo parecido con el, quizás saliste a tu madre, aun que no la recuerdo muy bien, ya son varios años que no he ido a su pueblo - (Aldous)
- No ha cambiado nada el pueblo así que no te pierdes de nada. Bien, entonces te lo dejo Aldous - (Wade-Padre)
- Si no te preocupes, lo tendré muy ocupado aquí - (Aldous)
- Nos vemos en la casa, y no le causes problemas al viejo Aldous - (Wade-Padre)
Padre salió de la "Mazmorra" y me quedé solo con el viejo Aldous.
- Muy bien, ¿te llamas Katsuo no es así? - (Aldous)
- Eh si señor - (Katsuo)
- ¿Quien te puso ese nombre de mujer? Bueno no importa, primera regla: Haz lo que te digo, segunda regla: Haz lo que te... Espera esa fue la primera... Bueno ya trabajaremos en eso.
La verdad el viejo Aldous era algo extraño, no sería raro que el viva aquí.
- Como ves aquí reparamos, vendemos y compramos armas, escudos, herramientas de batalla y las armaduras a los caballeros - (Aldous)
- ¿Las compras también? ¿Porque? - (Katsuo)
- ¿Cómo que porque? Pará venderlas Jajajaja - (Aldous)
- Las compro barato, las reparo bonito y las vendo a un alto precio - (Aldous)
- ¿Y las vendes como nuevas? - (Katsuo)
- Mientras ellos no lo sepan, mejor para mi Jajajaja - (Aldous)
Creo que a él le gusta timar a la gente, espero que Padre no haya comprado nada de aquí... Espera acabo de ver unas dagas iguales a las que tenemos.
- Bien, el mazo, la piedra para forjar, la caldera para fundir y entre más cosas aprenderás a utilizar aquí, pero ya con el tiempo, ahora como primera tarea... limpia el basurero que tengo, me servirás como mandado también así que apresúrate y acaba rápido - (Aldous)
Me mantuvo limpiando todo el lugar por varios días, pero no importaba cuanto limpiará el lugar se mantenía igual de sucio. Me hizo mantener relucinetes las armaduras y escudos, aunque me enseñó que no debía dejarlas al aire libre por mucho tiempo, quizás esa sea la razón por la que tiene su guarda espadas, así no recibe la humedad o el calor.
Poco a poco me enseñaba el trabajo que el hacía, Aldous tomaba algunas barras de hierro dulce y acero, para partirlas de dos secciones de cada uno, uniendo las cuatro en un haz, de forma tal que las de las que eran parecidas, quedaran en posiciones opuestas, para después calentarlas en la fragua y pegarlas entre sí a golpes de martillo sobre a algo que el llamaba el yunque, hasta conseguir su unión.
Ya veo porque a Gray le gustaba venir aquí, el siempre se interesó por este tipo de cosas por lo tanto era de esperar que el aprendiera muy rápido hacer esto.
Aldous me encargaba llevar los materiales o las armaduras al lugar del comprador, era muy normal que Aldous pidiera el pago primero si es que se necesitaba llevar, así el evitaba que el trabajo hecho no fuera en vano, ya que había ocasiones que los caballeros pedían espadas con cualidades específicas que rara vez alguien buscaba igual a esas.
- Muy bien niño tengo otro encargo que debes enviar - (Aldous)