Él la convirtió en la mujer que es ahora.
Le devolvió sueños y esperanzas.
Hizo que se enamorara de la vida y lo que ésta incluye.
Le recuerda que vale la pena, que puede lograr lo que se proponga.
Él le cambia el humor con una sonrisa.
Le menciona que sus complejos son bellísimos.
Le dio motivos para continuar.
Y se siente afortunada.
Está inmensamente agradecida.
Adora al destino por ponerlo en su camino.
Porque no hay duda, él la ama de verdad.
Con fuerza y sin restricciones.