CAPÍTULO 02

-¡Pero aquí esta nuestra adorable chica Fénix!- entra Tessa gritando dando saltitos de emoción.- Te haremos ver espectacular.- le guiña el ojo provocando una sonrisa en Olivia entendiendo la referencia.

-Cariño, me alegra verte.- saluda Magnus abrazándola con dulzura, Olivia correspondió el abrazo de la misma manera.- Tú hermano no ha dejado de llamar para saber si estas bien.

-Es un paranoico.- rueda los ojos con diversión.- Ya le hace falta una visita de su hombre.- Magnus sonrió de la misma manera.- Y hablando de él, ¿Donde esta?- cuestiona al no ver al hombre.

-No pudo venir, pero te mandó todo la suerte del mundo.- le responde Magnus haciendo un ademán con sus manos, Tessa dio unos aplausos llamando la atención de ambos chicos.

-Bien, hay que ir a prepararte.- avisa.

Tessa era la estilista oficial de Olivia, aunque algunas veces Magnus y Cinna ayudaban con ello, la chica era unos años mayor que la pelirroja. Estuvieron un buen rato discutiendo sobre los diseños de los vestidos, para Olivia le parecía muy extravagantes, la mayoría representaban como era conocida en todo el Capitolio.

Chica Fénix.

Y eso era debido principalmente al color de su cabello, el cual para el desfile de tributos, Tessa se inspiró de el para que la temática del vestido que usaría Olivia, fuera una representación a un fénix.

-Quedaste preciosa.- halaga Tessa colocando sus manos en su boca.- Se va a quedar embobado.- susurra.

-No se de quién hablas.- responde Olivia haciendo la desentendía y provocando que Tessa sonría divertida.

-Oh linda, sabes de quien hablo.- le guiña el ojo. 

Olivia se despidió de su equipo y fue a donde sería la primera fiesta hasta que volviera a casa; desde que entró las miradas iban directo a ella, hombres como mujeres halagando lo hermosa que se miraba con ese vestido naranja, mientras ella seguía fingiendo una sonrisa, había fingido tantas veces que ahora le salía tan natural.

La chica pesé que sabía que se miraba más que hermosa, sólo quería escucharlo de una persona en concreto, la cual por más que lo buscará con la mirada, no lo encontraba por ningún lado. Le dio un sorbo a su bebida cuando sintió una presencia detrás de ella, sonrió mientras seguía con la copa en sus labios.

-Te ves preciosa, Liv.- dice con un tono encantador, Olivia dio a vuelta con expresión serena.

-Tampoco te quedas atrás, Finn.- le sonríe ladina, ambos deseaban devorar los labios del otro pero al mismo tiempo sabían que eso no sería posible, caminó con pasos lentos para disimular un poco ante los presentes.- Alec te mandó saludos, por cierto.

-Creí que no le agradaba.- comenta con diversión, Olivia lo miró de reojo.

-Por favor, ¿Finnick Odair no agradarle a nadie?- inquiere serena mientras su expresión seguía seria, el mencionado sonrió aún más.- Desearía poder besarte ahora mismo...- da unos pasos más mientras Finnick la sigue con cautela.- Incluso iría a una de tantas habitaciones.- lo mira serena pero sus ojos destellaban lujuria, el hombre sonrió ladino y caminó hasta quedar detrás de ella.

-Te veo a las dos.- susurra provocando que Olivia se muerda el labio con discreción.

-¿Cómo harás para que no te vean?- inquiere en un susurro, Finnick sólo sonrió.

-Déjamelo a mí, Liv.- respondió antes de empezar a alejarse de ella y llevándose toda la calidez como seguridad que transmitía hacia la joven.

El resto de la velada fue más de los mismo, fingir que su vida no era una mierda y que amaba ser en centró de atención; para su suerte como alivió no le tocó tener que ir a la cama con algún anciano, aunque hubo uno que si pago, pero sólo entrar a la habitación y calló inconsciente, por suerte pudo regresar a su edificio sin que hubiera consecuencias.

Entró al apartamento con pasos sigilosos yendo directo a su habitación, se deshizo del vestido que, aunque fuera bonito, ya la tenía hastiada, por lo que se en su lugar se puso una pantaloneta y una camisa de tirantes, se sentó en la cama mordiendo sus uñas al ver que no daba señales. Hasta que tocaron la puerta al ritmo que ambos habían acordado para saber cuando era él y no otra persona, de inmediato se puso de pie para abrirla puerta y lo jaló a la habitación para besarlo de inmediato.

-Demuéstrame lo mucho que me has extrañado amor.- susurra encima de sus labios, Finnick sonrió ladino.

-Oh cariño, ahora lo verás.
 

Olivia se encontraba encima del pecho descubierto de Finnick mientras este acariciaba parte de su brazo, ambos se encontraban en silencio mientras disfrutaban de la compañía del otro. Aunque Olivia amará a su hermano, Finnick era el único que le daba esa paz que necesitaba, teniéndolo cerca rara vez tenía pesadillas. Aún recuerda la primera vez que lo conoció.