Hace muchos años, 100.000 aproximadamente, en lo que hoy es África Central, las tribus antiguas practicaban el arte de la magia negra con el propósito de bendecir sus tierras y maldecir a sus enemigos. No se sabe el año exacto de la catástrofe, pero se sabe la ubicación, una cueva oculta entre árboles y rocas en la selva africana. Alli fueron liberados los demonios que hoy conocemos como Shetanis, al principio fueron seres nítidos, aunque fáciles de ver gracias a una estela de humo negro que los rodeaba por completo dándoles un aspecto espeluznante. Los registros de los primeros contactos entre los Shetanis y humanos son muy escasos gracias a la época pero se sabe que fue una relación neutral entre las dos partes. Eso siguió así hasta el año 2990 A.C durante la primera dinastía egipcia. Durante el mandato del faraón Aha, este mando a construir un templo para la diosa Neit. Para ello intento utilizar los poderes de los Shetanis para usarlos como constructores. La única condición que pusieron los Shetanis, seria que se les ofrecería ofrendas humanas cada mes para honrarlos como dioses. A lo que Aha accedió con gusto, o eso creyeron los Shetanis hasta que el faraón no cumplió con su promesa y en ese momento comenzó el tormeno. Los Shetanis comenzaron a poseer a los humanos y los convirtieron en seres demoníacos con fuerza y velocidad sobre humana. Así comezo la guerra entre los humanos y Shetanis, varios imperios se enfrentaron a ellos, los romanos, los egipcios, los reinos cristianos hicieron cruzadas para captarar Jerusalén que había caído en las manos de los Shetanis en el año 320 D.C, y así hasta nuestra época.
Estamos entrando a 2030 y los Shetanis se apoderaron de toda África y partes de América del Sur.
Hoy las fronteras están tranquilas pero eso cambiará en cualquier momento