Capítulo 25
Me encuentro tirada en el pasto boca arriba junto a Marco, rogándole que por favor me cuente acerca de los dowmps. Fue un poco despistado y dijo que eran por mí, y claro que no dejaré pasar ese comentario. Necesito saber porqué lo dijo.
-Por favor, Marco, sabes lo difícil que es para mí el ver a alguien a los ojos, y aun así lo estoy haciendo.
- ¿Y si mejor te cuento otra cosa?
-Dime por qué mis padres los encerraron a ustedes aquí, deben de caerles muy mal ¿Qué fue lo que hicieron para que terminaran aquí?
-Siempre me ha encantado lo inteligente que eres -procedo a sonrojarme ante su halago y aparto la mirada al fin
Durante estos días hemos convivido mucho y nos hemos acercado emocionalmente el uno al otro, me agrada demasiado y me encanta estar con él. Siento una gran conexión. Quisiera que esto jamás terminara.
- ¿Ya me dirás?
-Mmm, deja pienso cómo contártelo -me dice apoyando su cabeza en su mano mientras se voltea hacia un costado para poder verme sin girar su cuello.
Había una vez, una princesa, ella pronto sería reina, pero no le gustaba la idea -lo veo algo dudosa, él parece pensar bien sus palabras- ella estaba muy enamorada de un príncipe, pero la vida se lo arrebató. Así que tuvo que casarse con alguien más, otro príncipe, un príncipe que sus padres si aceptaban pues era dueño de muchas tierras vecinas.
La princesa esperaba ya un bebé, hijo de su amor robado, ella sabía que a su hermana le volaban mariposas en el vientre cuando veía al príncipe. La desdichada princesa quería que ellos estuvieran juntos, ella quería huir y dejarlo todo para solo quedarse con su bebita. Pero no lo logró, sus padres murieron poco después, otro arrebato horrible del destino -lo miro asombrada por las palabras, mientras él, coloca uno de mis rizos detrás de mi oreja para que no tape mi visión- Ella tuvo que convertirse en la nueva reina junto a su prometido, al ser la mayor, ese era su deber.
Pronto se enteró de algo grande, una noticia impresionante. Su hermana estaba embarazada de su esposo, y no solo eso. Eran dos bebés los que se formaban en su vientre. El rey y la hermana de esta nueva reina, estaban más que enamorados, cualquiera lo podía notar a kilómetros, pero las cosas eran más complicadas que simplemente amar a alguien con toda tu alma. -se detuvo unos segundos para mirarme con algo parecido al anhelo, quizá el también está enamorado de alguien imposible- La bebita de la reina nació, pero hubo… complicaciones.
Para durante unos segundos y se debate entre si contarme las cosas o no, yo lo miro expectante, pero parece no ser suficiente para que siga con la historia.
-La princesa recién nacida estaba enferma, demasiado para que su pequeño cuerpo pudiera luchar contra ello.
Su madre intentó cada cosa existente para poder traerla de regreso-abre grande los ojos y se da cuenta de su error ¿De regreso? ¿A qué se refiere? – Para sanarla perdón. -dijo rápido y siguió contando la historia con voz melosa y dramática- Contrató a muchos científicos, investigadores, cualquier persona que pudiese ser capaz de curar a su niña, nada funcionaba así que ella misma comenzó a experimentar con líquidos, especias, cualquier cosa que pudiera traerle de regreso a su niña feliz y juguetona -me sonríe mientras me toca la nariz con un toque- Ella lo logró.
La reina recuperó a su bebita, tal y como quería, pero no sabía que, en su sótano, donde cada plan, estrategia y experimento se llevaba a cabo, acababa de nacer algo terrorífico, algo inimaginable.
Sus palabras se quedaron hasta ahí, el se recuesta por completo de nuevo en el pasto y observa a las nubes moverse lentamente arriba de nosotros.
-Pero ¿qué pasa después? -digo algo ansiosa
-Dejaremos esa historia para después. Lo importante por ahora es que ya te he respondido. Tu madre, la reina Lia-Lia, su nombre suena algo amargo al pensarlo- no se tomó muy bien la traición de parte de su hermana y padre, así que tampoco le agradamos mucho, eso es todo.
Parece muy tranquilo al decirme esas cosas, pero hay algo que no se siente bien. Hay algo que me está ocultando, algo que está evitando decirme, y creo que es algo fuerte, puedo notar su nerviosismo bajo esa coraza de confianza. Lo quiero mucho, pero esta situación no me agrada para nada.
¿Si Lizeth estuviera aquí, ella si me lo contaría todo?