Flawless

Kara Percy

- ¿Qué es exactamente un terraplén? - pregunta Alan acercándose a la mesa en la que tenía varios libros de obras civiles y arquitectura- y ese sistema subterráneo del que hablaste- agregó de forma seria.

-Bueno, resulta que…- ¿cómo explicarle los avances que habíamos logrado durante el siglo XX y comienzos del siglo XXI? Me detuve un momento, insegura de cómo continuar.

-No soy idiota. He estudiado estos temas a pesar del hecho que no me desempeño en dichas labores- intenté no reír ante su rabieta- pero expones temas muy complejos de forma demasiado natural y en esta ocasión me cuesta un poco llevarte el ritmo. Y eso es… no lo sé.

-A ver, un terraplén es un talud- simplifiqué y él asintió dándome paso para continuar con el tema- la idea es evitar el desbordamiento al tiempo que en lo posible nos deshacemos de la humedad a la que está expuesto el terreno, pero como el problema del posible derrumbe se debe precisamente a la temporada de lluvias, lo que debemos hacer es idear un sistema de filtro, el cual se encargará de que la humedad— valga la redundancia— se disipe.

- ¿Y el sistema subterráneo? - volvió a preguntar.

-De donde vengo, se puede generar un sistema de filtración subterráneo para que el agua salga por otro lado- por supuesto con ayuda de maquinaria pesada y perforaciones, pero no iba a confundirlo más.

-No he visto nada similar- comentó taciturno.

-Lo sé, es muy difícil llevarlo a cabo en este tiempo- comenté instantáneamente.

- ¿A qué te refieres? - preguntó dejando a un lado el libro que revisaba y mirándome con el ceño fruncido.

Analicé mis palabras y me di cuenta de mi error.

Muy bien, piensa en cómo salir de este enrollo.

Me obligué mentalmente, mientras le daba la vuelta al estante más cercano, escabulléndome de su mirada.

-A que es poco… probable que el material se pueda conseguir aquí. Por lo que tendré que idear otra solución.

-Puedo traer lo que se necesite, no importa que sea en el exterior- argumentó dándome alcance.

Genial. ¿Y ahora?

Vale, eres buena en esto. No te arrebates.

-Demasiado costoso- señalé con confianza.

-Puedo costear lo que sea. Solo debes pedirlo.

¡CARAJO! Piensa rápido.

-En realidad, mi trabajo como ingeniera y arquitecta es generar soluciones certeras en el menor tiempo posible y a bajo costo. El material puedes mandarlo traer, pero me manejo en este campo y sé cuánto se demoraría en llegar, por lo que ya he ideado algo más.

El duque finalmente se quedó en silencio ante no poder seguir con el debate. Aunque de una u otra manera, pude notar que sabía que algo le ocultaba.

Cargué con los libros que había seleccionado y el duque me prestó su enorme escritorio. Sin embargo, una hora más tarde los libros y las hojas no solo ocupaban su escritorio, sino que tuve que desplazarme al suelo para poder dibujar mi proyecto.

No me di cuenta el momento en el que el duque dejó de prestarle atención a mi trabajo —ya que mencionó sentirse poco útil y que quería colaborar, cosa que evité en lo posible. Estaba acostumbrada a trabajar sola— y se sentó frente al enorme ejemplar del piano de cola que se alzaba magnífico en medio del salón.

Pero cuando las gloriosas notas de una melodía no conocida por mí, comenzó a hacer eco por todos los rincones del lugar, no pude evitar — y tampoco supe en qué momento dejé de dibujar— concentrarme únicamente en el sentimiento que transmitía.

- ¿Por qué lloras? - preguntó interrumpiendo bruscamente la melodía que me había generado tal nostalgia.

-Yo…- me llevé las manos a las mejillas, únicamente para comprobar la veracidad de sus palabras.

Alan se puso de pie rápidamente y se acercó, momento que aproveché para hacer lo mismo e intentar detener las lágrimas.

- ¿Qué pasa? - preguntó tomando mis muñecas con sus manos, obligándome a encararlo.

Probablemente cualquier otro prototipo de chica se habría lanzado a sus brazos tomando su hombro como paño de lágrimas; pero sinceramente tenía mejores cosas que hacer que buscar compasión en un tipo guapo.

No era mi estilo.

Así que cuando sentí la presión en mis muñecas lo empujé lejos de mí zafándome de su agarre.

- ¿En dónde está el baño? - pregunté recuperándome momentáneamente de mi pequeño episodio.

El duque anonadado aún por la fuerza de mi empujón me señaló la entrada- Final del pasillo, vuelta a tu izquierda.

Prácticamente corrí a la salida. Al llegar al baño, cerré la puerta sin cuidado y cuando la aseguré, pude darle rienda suelta a mi momento de vulnerabilidad. Tras ello lavé mi rostro, me miré en el espejo que adornaba la pared y tras cerciorarme de estar completamente normal —o sea, sin rastros de lágrimas y peinada como un chico — me encaminé nuevamente a la salida.



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En el texto hay: hermanas, amor, peleas poderes oscuros

Editado: 26.07.2018

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