es de mala suerte ver a la novia con su vestido antes de la boda

-… precioso ¿En dónde consiguieron las telas? Y la joyería incrustad ¡Oh por Dios! Es maravilloso. Puedo hacerle unos cuantos ajustes, pero así ya está espectacular.

>> Raras personas se ganan mi respeto en cuanto a costura, pero esto es una obra de los dioses…

Betsy llevaba horas hablando. Básicamente era lo único que había hecho y mi hermana, con el vestido puesto llevaba las dos horas ahí de pie escuchándola.

Mis respetos para con esas mujeres.

Había aprovechado el tiempo para vagar por la casa de nuestra querida modista y me dejaba deleitar con las antigüedades de las que era poseedora. Sinceramente por eso me agradaba Marcus, era de los que hablaba y trabajaba… y por lo menos los temas a tratar eran más interesantes.

- ¿Aún estás aquí? - Instantáneamente me giré y lo vi. Alan estaba completamente impecable y mejor aún, afeitado y prácticamente recién salido de la ducha.

Había dejado su cabello largo y francamente le quedaba de maravilla.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté levemente confundida.

-Pues Betsy se está encargando de nuestros trajes y Carlos quiere v…

- ¿CARLOS ESTÁ AQUÍ? - no podía ser cierto.

El rostro de Alan entró en alerta ante mi exclamación.

-Va a buscar a Betsy ¿por qué?

Pero yo no atiné a responder su pregunta pues salí volada a evitar que viera a Loren en su traje de novia. Sabía cómo era mi hermana y esto definitivamente la pondría paranóica.

-¡CARLOS!- grité una vez pude verle de espaldas girando el manillar de la puerta, instantáneamente el chico se giró sin dejar de abrir; pude ver entonces a mi hermana que levantaba el rostro y se horrorizaba ante la presencia de su futuro esposo.

Así que hice lo único que se me ocurrió.

Acorté la distancia que me separaba del duque de Richmond y golpeé con mi puño el lateral de su rostro. El chico fue cayendo lentamente y por fortuna pude evitar que cayera al piso.

- ¡MIERDA!

- ¡POR DIOS!

- ¡SANTO CIELO!

Ustedes se imaginarán a quienes pertenecían las respectivas frases.

-Ay por favor, solo se desmayó- argumenté mientras lo trasladaba a un gran sillón.

- ¡Lo dejaste inconsciente! - Loren casi lloraba intentando reanimarlo.

- Ve a quitarte ese vestido que precisamente hice esto por ti- aunque indignada y mirándome como si yo fuese su peor enemiga accedió a ir a cambiarse.

-Voy a ayudarte y a buscar alcohol- se ofreció Betsy siguiendo los pasos de mi hermana.

Revisé el lado herido de su rostro en donde ya se comenzaba a formar un enorme cardenal.

-Tienes una surda impresionante- volví a escuchar la voz de Alan, nada más girarme pude verlo cruzado de brazos mientras dejaba reposar su peso en una de las esquinas del marco de la puerta. Increíblemente parecía que era el único al que le divertía la situación.

Sus ojos grises recorrían la totalidad de mi rostro sin dejar que esa sonrisa torcida se desvaneciera de sus labios.

-Mi hermana posiblemente me mate y tu me haces un cumplido. No sé si asustarme, puesto que acabo de noquear a tu primo.

-No me cae taaaan bien que digamos- bromeó él acercándose al sillón, revoleé los ojos y seguí revisando el pulso de Carlos. Estaba un 99% segura de que estaba vivo y un 95% de que no había causado ningún daño irreparable.

>>Y, bueno. De todas formas, fue por una buena causa- me excusó él sentándose en un orillo del sillón.

-Pídele disculpas de mi parte cuando despierte. Has que se ponga paños de agua tibia y si tiene algún diente flojo no permitas que coma nada duro mientras la raíz toma fuerza de nuevo. Probablemente sienta que anda en otro planeta o confunda su torpeza con una noche de copas, como sea, dile que lo lamento, de veras, no se me ocurrió nin…

-Está bien- dijo él posando sus manos en mis hombros y mirándome detenidamente.

-Vale- bajé la mirada. Cosa que no le agradó pues rápidamente una de sus manos fue a dar a mi mentón obligándome a mirarlo de nuevo.

-Necesito que hablemos- pidió con tono bajo juntando sus cejas de tal forma que hacían mostrar en su rostro un gesto bastante suplicante.

En ese instante llegó Betsy y mi hermana charlando animadamente. Por lo menos ya no me iba a matar.

-¿Segura de que va a estar bien?- me preguntó mi hermana en tono mas bien cariñoso. Enarqué una ceja en respuesta y ella resopló.

- ¡Entendí por qué lo hiciste! ¿vale? Ahora toma el alcohol y has que reaccione- remarcó lanzando un pañuelo y el alcohol en mis brazos.

Luego de varios segundos un aturdido duque finalmente reaccionó. Loren no me dejó hablar con él, ocasión que aprovechó Alan para volver a interceptarme en la entrada cuando yo ya iba de salida.

-Leah…- pidió tomándome del brazo, pero nada más detenerme me soltó- lo lamento, sé que no te gusta, lo lamento, pero…

-Ya, déjalo ser- le resté importancia.