CAPÍTULO 14

FASE 2

PROXIMIDAD

—Hola —saludó Daphne a Ethan con una amable sonrisa.

—Hola, Daphne —saludó con normalidad Ethan—. ¿Alice y Jannette hoy no vienen? —cuestionó casualmente.

—No, hoy sólo yo —contestó la chica.

—¿Qué vas a pedir? —preguntó Ethan, tratando de evitar que ella hiciera conversación, eso no le pasó inadvertido a Daphne. Ethan se preparó con su libreta para anotar la orden.

Daphne se quedó en silencio un momento, indecisa sobre si mencionar o no aquello de lo que realmente quería hablar. Había estado pensando mucho en ello, se sentía angustiada por Ethan, algo evidentemente había pasado. No entendía el por qué lo había afectado ver aquella noticia; cómo es que eso lo afectaba.

—Emm, Ethan... —dudó un momento más—, ¿te pasa algo? —preguntó bajando la voz.

Ethan levantó la mirada hacia ella, lo molestó un poco esa pregunta, y no supo cómo responder.

—Ayer en la noche, te comportaste un poco extraño después de ver el canal de noticias en la televisión de la tienda —señaló, eso hizo sentir aún más incómodo y fastidiado a Ethan—, y hoy te siento un poco más distante. ¿Te pasa algo?

—No me pasa nada, Daphne —aseguró Ethan de manera molesta, la manera en que lo dijo preocupó aún más a Daphne.

—Ethan, puedes decirme lo que quieras —insistió Daphne, estirando su mano hacia la de Ethan sobre el mostrador, apoyó su mano sobre la de él, era la primera vez que ella tomaba su mano de esa manera, eso hizo que un frío recorriera la espalda de Ethan—. Si estás pasando por algo, en lo que yo pueda ayudarte o apoyarte... —en ese momento Ethan apartó su mano de la de ella.

—¿Acaso tienes curiosidad? —la interrumpió Ethan mirándola despectivamente, y manteniendo el tono bajo, para que nadie escuchara.

—¿Qué? —dijo Daphne desconcertada por su actitud—, sólo quiero ayudarte.

—¿Y crees que puedes ayudar a la gente sólo con buenas intenciones? —agregó Ethan manteniendo el mismo modo, y mirándola molesto—. Daphne, por favor, no intentes meterme en vida.

Daphne se quedó callada un momento. Realmente ella quería ayudarlo si es que él tenía algún problema, y se sintió mal al escucharlo hablarle así.

—Yo..., Disculpa, tienes razón —dijo formando una pequeña sonrisa—, no debería tratar de meterme en tu vida.

Ethan la vio sonreír de esa manera; esa sonrisa, no era una auténtica sonrisa de Daphne, se veía muy forzada. Inmediatamente se sintió mal por hablarle así. Ya les había hablado así a sus compañeros, sobre todo a Gina, y ellos lo toleraban, ya estaban acostumbrados a sus modos, pero no Daphne. Realmente él no sabía aceptar ni agradecer que alguien se preocupara por él.

—Realmente creo que estoy muy acostumbrada a meterme en la vida de mis amigos —agregó bromeando Daphne. Ethan por un momento tuvo el impulso de disculparse por hablarle así.

—Descuida —dijo simplemente.

Hubo un momento de incómodo silencio. Ethan miró detrás de Daphne, hacia la entrada, no había ningún cliente que entrara para que Daphne se apresurara a ordenar lo que fuera que quisiera, o que de una vez se fuese.

—Bueno —habló Ethan—, ¿vas a ordenar algo?

—Eh, no. Se supone que hoy todas almorzaremos juntas en el salón —contestó amablemente Daphne—, ya tengo que irme. Adiós, Ethan.

Dirigiéndole una última sonrisa, Daphne se dio la vuelta para marcharse, y en tan sólo un segundo muchas cosas pasaron por su cabeza:

—«Él tiene problemas, pero no me los dirá, no confía en mí, soy prácticamente una desconocida. Realmente apenas lo conozco, no debería preocuparme tanto. Me prometí ya no relacionarme con chicos problemáticos, no más chicos que me causen tantos conflictos, pero...»

Inmediatamente se dio la vuelta y regresó hacia Ethan con una sonrisa.

—Deberíamos salir otra vez —sugirió entusiasmada.

El chico sólo la miró un momento un poco extrañado, no había sido precisamente amable. Cuando la vio casi comenzaba a temer que ella no quisiera seguir tan cerca de él, por una parte, pensaba que así sería mejor, pero la angustia que comenzaba a formarse en su pecho comenzó a disiparse al escuchar la propuesta de Daphne. Sin embargo, cuando su mente comenzó a entrar en conflicto, comenzó a pensar que lo mejor sería dejarla alejarse, mas al centrarse en la mirada y la sonrisa de Daphne, todo en su mente se disipó.

—Ehh…, claro —aceptó finalmente. Daphne sonrió aún más.

—Bueno, nos vemos. Te llamaré después —se despidió con un gesto de mano, y esta vez salió del restaurante.

Daphne sólo se alejó unos metros del lugar, cuando se detuvo, esta vez preocupada por sí misma.

—¿Qué estás haciendo, Daphne? —se recriminó a sí misma—. Otra vez haces esto.

—«No, esta vez no le llevo la contraria a nadie. Sólo quiero ayudarlo —se dijo en su mente—, quiero ayudarlo. Tal vez no lo conozco tan bien, pero sé que él en realidad es un buen chico».

[...]

Durante los próximos tres días, las visitas de Daphne con sus amigas al restaurante, continuaron con normalidad. Como si no hubiesen tenido ese pequeño inconveniente cuando ella fue a hablar con él al restaurante.

Durante el resto de ese día, Ethan se había sentido mal al pensar en cómo le habló a Daphne. Sentía que había sido muy grosero con ella, cuando la chica sólo estaba preocupada por él. Cayó en cuenta de que, aunque a veces también era muy grosero con sus compañeros, y nunca se había sentido mal con ello, pero con Daphne fue distinto, no podía evitar sentirse mal por eso.

Había pasado los últimos días pensando en el asunto de Daphne como de sus compañeros, realmente no se sentía mal por ellos por cómo se comportaba, más bien comenzaba a sentirse mal por no sentirse mal por ello. Y por otro lado pensaba en la situación con los acercamientos de Daphne, a pesar de sus constantes sentimientos encontrados respecto al asunto, Ethan ya había decidido que, si la chica quería seguir cerca de él, entonces no intentaría alejarla, podría intentar tal vez ser su amigo, pero nada más que eso, mayormente se sentía cómodo con ella, ya eran reducidas las veces en que le era difícil mirarla a la cara. Sin embargo, aún le asustaba el sentirse tan bien al estar ella cerca.