Necesitaba volver a Rhosyn, pero esta vez no podía tomar el autobús, ni ningún otro transporte público, necesitaba un auto. Por supuesto él no contaba con uno, tendría que acudir a la única persona que podía prestárselo.
Esa misma noche fue a buscar a Ben a su casa, el chico ya le había prestado su auto una vez un par de años atrás, para ese viaje con Ellie, no creía que tuviera reservas sobre prestárselo de nuevo, o al menos esperaba que no. Tocó la puerta de su casa, y mientras esperaba que él abriera le pareció oír ruido desde dentro, al parecer el chico tenía visitas, esperaba que nadie del restaurante, no quería lidiar con ellos, ya sería, en sí, demasiado tener que explicarle a Ben por qué necesitaba un auto.
Para su mala suerte, quien abrió no fue Ben, sino Brandon.
—Ethan —lo saludó el hombre. En seguida Ben apareció detrás de él.
—Ethan, ¿viniste a unirte a la celebración?
—¿Celebración? —dijo confundido.
—Algo así —habló Brandon—, Gina nos dijo esta tarde que recibió el correo de aceptación de la Universidad de bellas de Roma, así que vinimos a pasar el rato para celebrar su logro.
Ya no recordaba ese asunto de la escuela a la que Gina intentaba ingresar, se alegraba por ella. Pero ese asunto en este momento no era importante en su mente, al parecer, Gina también estaba aquí.
—Ben, quería pedirte un favor —fue directo al grano, el chico salió. Brandon se quedó atrás—, necesito que me prestes tu auto.
La expresión de Ben denotaba que no le agradaba mucho la idea, similar a lo que había sido aquella vez que le pidió su auto.
—¿Para qué lo necesitas? —en verdad que no quería responder eso.
—Necesito ir a otra ciudad, tendré que movilizarme mucho y sería más fácil con un auto propio —no quería dar demasiados detalles de esto.
Le pareció ver algo como preocupación en los rostros de Ben y Brandon.
—¿Tú y Daphne piensan volver a Rhosyn? —cuestionó Brandon.
Esa pregunta tomó desprevenido a Ethan, no esperaba que ellos estuvieran al tanto de todo lo que Daphne y él habían estado haciendo. Realmente no imaginaba que Gina les hubiera contado.
Como si la hubiera invocado, la chica apareció detrás de Brandon. Ethan la miró con molestia, ella sólo se veía preocupada.
—Sí, así es —finalmente aceptó el chico—. ¿Me lo prestarás? Eres la única opción que tengo.
Los tres chicos intercambiaron miradas, evidentemente ninguno estaba de acuerdo con esto. Volvieron la mirada hacia él se sintió en un déjà vu, esto le recordó a aquellas intervenciones que intentaron hacerle unos meses después de que Ellie murió, cuando trataban de convencerlo de ir a terapia.
—Ethan... —habló Ben. Ethan odió escuchar ese tono de voz, aquí venía otra intervención.
—Oigan —lo interrumpió de inmediato el chico—, sólo vine a pedir un favor. No necesito una intervención.
Dicho esto, se dio la vuelta y se marchó. Si Ben no le prestaría su auto tendría que pensar en algo más, realmente no tenía idea de qué, no tenía a quien más acudir.
—Oye —escuchó la voz de Ben. El chico se acercó a él. Notó que Gina y Brandon ya habían vuelto dentro—, más te vale cuidar mi auto —le advirtió entregándole las llaves del mismo. Ethan se sintió aliviado.
—Gracias —dijo tomando las llaves.
—Gina está preocupada —Ethan rodó los ojos, debió suponer que con las llaves venía un sermón—, todos, en realidad —admitió—. Sé que no quieres oír sermones, supongo que sabes lo que haces, pero... deberías al menos pensar en esa chica... Daphne.
»Gina quiere que dejes todo esto, yo digo que, si quieres seguir, al menos no deberías involucrar a tu novia... Si es que aún no es tu novia.
—No obligué a Daphne a involucrarse. Fue decisión de ella —aclaró Ethan.
—Sé que ellas tienen parentesco, pero ni siquiera se conocían. Si hace esto debe ser por ti —Ethan supuso que esas eran palabras de Gina, si les había contado esto, era bajo su propia perspectiva.
—Yo sé que no debo involucrarla. Me aseguraré de no hacerlo más —por supuesto que no iba a involucrarla—. Gracias por el auto.
Iba a marcharse, pero Ben lo detuvo de nuevo.
—Deberías quedarte un rato. Es un logro importante para Gina, significaría mucho para ella que nos acompañaras a celebrar —le sugirió. Tal vez en otro momento lo haría, sabía que esto en verdad era importante para ella.
—Ya debo irme, Ben —el chico sólo lo miró reprobatoriamente y volvió a la casa. Ethan se sintió un poco acomplejado, pero ignoró el sentimiento. Se apresuró a la vuelta de la esquina, en dónde Ben estacionaba su auto.
No había llegado a la esquina cuando nuevamente fue detenido por uno de sus amigos.
—Ethan —lo llamó Gina. Estaba agitada, había corrido para alcanzarlo. El chico maldijo bajo, no tuvo el valor para ignorarla, así se volvió hacia ella. La chica lo miró con decepción un momento antes de hablar—. No importa lo que diga ¿cierto?
El chico no dijo nada.
—Esperaba que Daphne cambiara de opinión, y que ella te convenciera —habló con desanimo—. ¿Por qué no sólo pueden...
No terminó la frase, sólo negó.
—Te aceptaron en la escuela de artes —dijo Ethan—. Felicidades.
—Eres tan... como Henrick. Nunca escuchas —lo reprendió—. Ni siquiera sé para qué celebramos, ya ni siquiera estoy segura de si iré.
Eso llamó la atención del chico.
—¿Por qué?
—Tal vez que debería quedarme, creo me necesitan más aquí —Ethan creyó entender a lo que se refería. Se acercó más a ella.
—Aguarda, ¿te refieres a mí? —ella no negó, ni dijo nada, pero él sabía a lo que se refería—. Gina... no te necesito, ¿de acuerdo? —trató de no sonar duro, realmente esa no era su intención—. No tienes que cuidar de mí. Así que... sólo ve y cumple tus sueños. Yo estoy bien.
Después de decir esto se alejó, dando la vuelta a la esquina. Gina no se sintió herida por su indiferencia. Ethan estaba pasando por mucho, y necesitaba apoyo, ella quería estar ahí para dárselo, temía irse, había luchado mucho por lograr esto, pero ahora sólo pensaba en que podría lograrlo de nuevo y que su sueño tal vez podría esperar un poco.
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Editado: 02.11.2023