Combate de entrenamiento.
La clase actual terminó, mis compañeros saldrían del aula para moverse a otra, pero cuando me disponía a hacer lo mismo yendo justo atrás de Kon, un profesor se pondría frente a mí para detenerme el paso.
— Joven Ao, necesito que venga un momento conmigo, tengo algo de que hablar con usted — dijo el profesor con un tono que denotaba seriedad.
— Está bien, lo sigo. — Respondí tras un suspiro.
Caminé detrás de él hacia la sala de maestros, al entrar vi a otras dos personas, era la maestra de moral y el maestro de magia, cada uno en su respectivo escritorio separado uno del otro. Tome asiento enfrente del escritorio del profesor con el que llegue, y él hizo lo mismo; el silencio es bastante incómodo, observo como pone sus manos sobre el escritorio y entonces comienza a hablar.
— Me gustaría una explicación de lo ocurrido esta mañana, Joven.
— Tuve una pequeña discusión con otro estudiante — respondí nervioso.
—¿Pequeña? Yo no describiría así lo que vi — una expresión de enojo se talló en su rostro.
No me sirve de nada tratar de minimizar el problema, si lo vio en primera fila, ya sabe perfectamente que trato de ocultar lo más posible los detalles. Además, por lo que dijo Franz en la mañana, gran parte de los maestros ya deben saber algo al respecto. Estoy nervioso por lo que pueda ocurrir a continuación, pero debo hablar con franqueza.
— Me dejé provocar por un chico de clase amarilla, y empece una pelea — lo miré a los ojos —. Lo siento.
— Joven Ao, usted ya sabe que la academia es bastante pesada con los alumnos de clase roja como para que andes provocando una pelea a vista de todos — suspiró y relajó los hombros —. Afortunadamente, Hana los detuvo a tiempo y eso me ayudo a que abogara por ti ante los directivos para evitar un castigo.
— Sobre esa chica — dije intrigado.
No conocía su nombre hasta este momento, ahora que recuerdo bien, entre la multitud de la mañana alguien la menciono como "la mejor guerrera de clase azul", la cual de por sí ya es la mejor de las clases.
— Es la Hana de la clase azul, ¿cierto?
— Solo hay una Hana en la clase azul, así que sí. ¿La conoces?
— No hasta esta mañana, pero es bastante aclamada, además vi su listón azul cuando nos detuvo.
— Entonces, ¿por qué preguntas?
— Lo lamento maestro, nada más quería cerciorarme.
— Ya te he dicho que me digas Guths, no seas tan formal.
— Lo lamento, señor Guths.
— El "señor" está de más, pero bueno. Puedes retirarte, justo tienen entrenamiento libre, aprovecha el tiempo — habló más relajado.
— Por supuesto, hasta luego señor Guths.
— Cuídate, y no te metas en problemas.
Por fin puedo quitarme la tensión de encima, cuando me trajo aquí pensé que era para hablar sobre mi expulsión, me siento mal por provocarle problemas al señor Guths. Él es un gran maestro, que a pesar de no tener magia lo compensa con una fuerza monstruosa y una destreza en combate inigualable. Gracias a él entre a la academia, y desde entonces es mi mentor.
Le tengo un gran estima, por lo que evitaré causarle más problemas que puedan decepcionarlo. Mientras camino hacia el campo de entrenamiento que más frecuento junto a Kon, observo que llevan al chico de la mañana también a sala de maestros. Finalmente, llego al campo de entrenamiento y veo a Kon acercarse.
— ¡Ao! Te tardaste hablando con tu papá — dijo burlonamente.
— El señor Guths no es mi papá.
— Pues lo parece.
Kon y yo solemos entrenar juntos la mayoría de veces, él es bastante fuerte, así que me cuesta seguirle el ritmo en ocasiones.
— ¿Comenzamos?
— De acuerdo.
Ambos nos dirigimos a tomar armas de práctica, Kon elige una lanza, ya que es su arma predilecta, de igual forma yo escojo una lanza para practicar. Suelo practicar la mayoría de armas últimamente durante el entrenamiento que tengo con el señor Guths, puesto que me dice que debo entender las bases del estilo de cada una.
— Vamos allá, Ao — señalo el área vacía.
—¿Estás listo Kon? — le dije mientras tomaba mi posición de combate.
— No, espérame un momento que tengo sed, voy por agua.
Tras decirme eso se marchó a buscar agua, me dirijo hacia unos asientos que están en la orilla del área donde estábamos y lo espero pacientemente. Después de unos minutos, Kon regresa corriendo.
— Ya, disculpa la demora Ao — expreso mientras se estiraba.
— No te preocupes, empecemos.
También me estiré, entonces ambos tomamos nuestra posición de combate e iniciamos la practica. Inmediatamente, cree una conexión entre mi maná y el maná del entorno para tener una mayor percepción y saber por donde se mueve Kon en el área. Él me ataca rápidamente por el frente, esquivo su golpe y lo ataco desde abajo hacia arriba, pero consigue bloquearlo. Me lanza una serie de ataques consecutivos, logro evitarlos todos rápidamente y retrocedo.