PARTE 1.
El lobo amado.
«A la luz de la luna,
un lobo aúlla,
con su soledad
y su fragilidad.
Este animal,
con belleza antinatural,
va teñido de blanco,
pureza y destreza.
Corre libre,
pequeño animal,
si te capturan,
llegara el final.
Muchos de los suyos murieron,
dejando solo
al pobre animal,
quien parecía
que era su final.
Y en la oscuridad,
sin luna que de luz,
con su extraño dolor
le despertó un olor.
Era cálido,
suave,dulce;
como un caramelo
que sea de cielo.
Sin pensarlo,
el lobo lo siguió,
dejando atrás
su oscuro hogar.
Entonces descubrió la fuente,
de ese extraño olor,
era un bellísimo lobo,
de color carbón.
El lobo blanco se le acercó,
y descubrió que,
su pelaje negro,
no era nada en su interior.
Era puro,bondadoso,
cuidadoso,sensible, y,
él,extrañado,
huyó por el lobo blanco.
Él lo persiguió,
hasta que él se cansó,
estaba asustado,
porque nunca se le acercó
un lobo blanco.
Entre ellos,
hubo amor;
pureza y belleza,
eran los dos.
Y así,
ni uno ni otro
volvieron solos,
estando juntos,
sin fin alguno."
Isabel Fernández Palou»