Flores De Guerra: Una Historia De Realities Of Wilds

Capítulo -IV: Paradigma

 

Ubicado en Oposat, Nave de Infinity Wing.

La Nave de Infinity Wing, una estructura de enorme tamaño, hecha después de la guerra del destino por la primera generación de Infinty Wing, además ellos fueron los mismos que le colocaron los hechizos que le permiten flotar permanentemente e intangibilidad a cualquier daño externo. En su interior esta conformada por una sala de practica por cada una de las siete dinastías, habitaciones separadas por cada integrante, varios calabozos para sus prisioneros, una arena de batalla y la sala principal donde reside el jefe de Infinity Wing el cual es Krónoda.

—Krónoda lo siento por molestarlo pero ya han pasado 3 semanas y aun no hemos hecho nada—Dijo Yuliet (la cual su apariencia una humana de tez blanca, alta, cabello largo y lacio de color negro, su atuendo era un conjunto de color gris conformado por una chamarra, unos pantalones y unas botas)

—Eso lo sé pero sigo pensando en que tenemos que hacer algo diferente para que Oposat no caiga, tal vez como torturar a Los Caídos para obtener información—Dijo Krónoda (él cual en su apariencia era dragonante, es decir un dragón antropomórfico, su piel era de color morado oscuro, portaba un conjunto de color negro conformado por una gabardina de color negro con el cuello alzado, unos pantalones y unas botas además de que en cada palabra dicha emanaba un aliento umbrakinético por tener una gran maestría en su kinesis natal)

—No, no eso no, sabes que yo no apoyo la violencia ademas ¿qué información obtendrías? Si ya sabemos todo—Dijo Yulei.

—Tal vez como una variante en esta cronoexistencia para terminar antes de que empiece la verdadera amenaza de Oposat—Dijo Krónoda.

—¡¿Cómo qué?!—Dijo Yulei.

—Haber niñita a mi no me gritas—Dijo Krónoda, agarrando el cuello a Yulei por medio de unas manos umbrakinéticas—. Te recuerdo que soy yo soy el líder y yo dictamino que hacer y que no hacer—desapareciendo las manos umbrakinéticas—. Ahora, fuera de mi vista

—Hermana, hermana ¿qué pasó?—Dijo Yuliet (Yuliet, que al igual que su hermana era una humana de estatura pequeña endomorfa con un aspecto tierno, un peinado en coleta, una armadura de color blanco por una pechera, pantalones y unas botas) viendo como salia su hermana de la habitación de Krónoda.

—Nada, no arregle nada, parece que sigue sufrido por la última guerra y en parte lo entiendo pero si me enfocara en el pasado seguiría llorando—Dijo Yulei.

—Hay que esperar entonces, él ya sabrá que hacer, solo es...esperar—Dijo Yuliet.

—Lo sé pero es que en verdad yo no quiero que le pase algo a esta cronoexistencia—Dijo Yuliet.

Mientras tanto Alkara, Kalrash y Alzomoni.

—Saben le tengo fe a esta cronoexistencia, ya sin enemigos intermediarios nos podremos centrar en el verdadero—Dijo Alkara

—Lo raro es que no hay ninguna actividad enemiga—Dijo Alzomoni

—Es verdad pero los tres sabemos que ellos vendrán, por eso hay que estar preparados—Dijo Kalrash.

—Por su puesto mi amor—Dijo Alkara, viendo a Kalrash—. Pero al menos hay que disfrutar estos momentos por que después no podremos ni comer.

—Es que, si mejor salimos de la nave a reclutar más gente—Dijo Kalrash.

—Sabes que a Krónoda no le gusta que hagamos eso y ambos sabemos por que—Dijo Alzomoni.

—Es verdad, por que podremos acelerar la aparición de nuestros enemigos—Dijo Kalrash.

—Mejor hay que darles las mejores enseñanzas a nuestros alumnos—Dijo Alkara.

—Recuerdan cuando eramos alumnos—Dijo Alzomoni.

—Por supuesto y yo era el mas dudoso de todo esto—Dijo Kalrash.

—Tanto que tú te fuiste a la última kinesis, y ahí te quedaste—Dijo Alkara.

—Pero que me dices de ti mi amor, tú eres una sanadora, eres parte fundamental de todos, sin ti no hubiéramos ganado—Dijo Kalrash.

—Eso lo se y me alegra pero esta vez quiero ser más que eso y se que lo voy a lograr—Dijo Alkara.

—Y estaré a tu lado en todo momento—Dijo Kalrash.

—Yo también estaré allí, daré mi ultimo suspiro por ustedes—Dijo Alzomoni.

Mientras tanto Liuyen.

Liuyen se encontraba afilando entre si las instorken recordando todas las muertes que había causado, con eso aumentó la intensidad del afilado, recordó todos los gritos que había escuchado, y aumentó aún mas la intensidad del afilado, recordó toda la sangre que había derramado e iba a derramar una lagrima por tanto dolor pero en ese momento vio como llegaba Yulei.

—¿Cómo sigues?—Preguntó Yulei.

—Siempre estoy lista—Dijo Liuyen.

—Eso lo sé pero hay que esperar a Krónoda—Dijo Yulei.

—El nos va a liberar de aquí, ten fe—Dijo Liuyen.

—La fe nunca la he perdido pero sabes lo que ahora quiero buscar, es a alguien como que siempre he tenido ese sueño—Dijo Yulei.

—Alguien...suena algo complicado y otra cosa por la cual luchar—Dijo Liuyen.




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