Foozle | Omegaverse | Magia

PRIMER CAPÍTULO

Noah era un chico enamorado de la vida, siempre soñó con encontrarse con su mate, con tener esa unión tan intensa, todo el amor que le daría, el cuidado, siempre escucho las historias de los que le rodeaban quienes ya tenían a sus mates. Pero lo de él no era nada que le gustase contar, era algo más de puertas cerradas, no podía ni quería decir porque si no sería más real para él, El alfa le era indiferente, las palabras se fueron extinguiendo entre ellos poco a poco con el paso del tiempo, algo realmente doloroso. Su personalidad se fue apagando, el era consciente de que el alfa trataba de estar lo más lejos posible de el aunque eso le provocara dolor, al ser rechazado así por Edward el no sabía qué hacer, no lloraba ante la vista del alfa pero cuando no estaba, casi siempre no podía evitarlo, el dolor era demasiado para él.

El era de los pocos omegas que manejaban magia, pero él nunca había podido controlarla y al estar en tal mal estado parecía que había desaparecido, el suspiraba lentamente siempre, tratando de concentrarse, recordar las palabras de su madre.

La magia llega en todo su poder al cumplir los 20 años, ahí tanto poder puede cegar al omega y ser malo, he ahí a los rechazo a los omega con magia, comúnmente llámanos Omekouz del término Kouzlo que es magia en Checo, siendo el idioma del lugar donde se dio la primera aparición de uno de estos omegas.

Estaba en sus 19 años, parecía que su magia se había extinguido y su felicidad con ella.

Su alfa no había llegado en todo el día, eran pasadas las 2 de la mañana, suspiro rendido, ni el alfa ni la magia tenía pinta de aparecer en ese momento.

Cansado y triste fue hasta la habitación principal, aunque dudaba ser cobijado esa noche, como los meses pasados con el calor de su mate.

Las lagrimas cayeron por si solas así sumiéndose en su tristeza hasta dormir.

Despertó a las 5 de la mañana como todos los días, con poca actitud y sin ganas de hacerlo, se levanto, se aseo y salió, sabía que el alfa estaba dormido en la habitación de invitados, lo olía y sentía, sonrió con nostalgia y se dedico a preparar el desayuno.

Termino y preparo todo para desayunar los dos, cosa que era lo único que compartía con él hablaba tratando de que le prestase atención, siendo nulo su intento, ya ni esperanza albergaba de tener la intención de su mate, solo lo hacía por costumbre y para lastimarse más por la indiferencia de Edward.

El alfa no tardo en aparecer, sonrió a la comida, tenía hambre y no era por nada pero el omega sabia cocinar muy bien, se sentó y posteriormente el omega le siguió.

“¿Cómo te fue?” pregunto tímido el rubio.

“No es algo de lo que quiera hablar” dijo el alfa, siendo esa su respuesta para todo lo que el omega preguntaba o decía.

“Voy a salir, en una semana cumplo 20” dijo el omega teniendo la esperanza que a eso si le tomara importancia sabiendo que el ese dia tendría su magia en todo su poder.

“Haz lo que quieras” fue lo que consiguió.

No volvió a hablar, no quería llorar frente al alfa, no quería nada mas que salir de ahí, le estaba abrumando su presencia, su olor que amaba le estaba haciendo sentir peor, se estaba destruyendo mas.

“Voy a salir de viaje a Per, por trabajo, tres días” dijo el alfa, el menor estaba mudo, no sabía que decir, olía que el alfa quería ir solo e iba a hacer, el no podía hacer nada, solo asintió y siendo la primera vez el dejo solo a Edward, quien le miro expectante y sorprendido, tomo un abrigo y salió de la casa.

Se transformo en su forma lobuna y corrió hasta llegar al refugio, al instante su madre apareció, tan serena como siempre.

“Vamos” menciono y el chico le siguió hasta donde estaban las creadoras de su raza, sonrió al ver a las mujeres, eran tan buenas con él, les quería mucho, se transformó en humano y les abrazo.

“No sé qué me pasa, mi magia parece haberse esfumado y eso que el estoy a una semana de ser completamente poderoso como debe ser.” Dijo suspirando y a la vez abrazando a las mas grande de las mujeres Katherine.

“Tienes tu magia, la sentimos, de hecho es más fuerte que la ultima vez pequeño, solo que notamos una barrera, no sabemos que es, al crearlo queríamos el bien de los humanos, siendo los omegas los mas buenos con ellos y seleccionamos unos cuantos solamente, las cosas salieron mal y muchos se han dedicado a ser crueles y llegar a nosotras por mas poder, tu madre ha sido de las que ha logrado hacer el bien, usar su magia para ayudar tanto a humanos como lobos. Tu magia llegara, y esperaremos a ver qué pasa, eres fuerte, te queremos cual hijo” dijo Katherine sin soltarlo.

“Tu magia es muy fuerte y eres el chico que decidirá si predominara el bien o el mal, has sido el elegido desde antes de nacer para ser el más poderoso, confiamos en ti.” Dijo otra con cariño, y palmeándole la espalda ligeramente.

“Tú marca esta descuidada” observo la madre, las brujas dirigieron su vista al cuello del chico, el menor se alejo y se cubrió sin lograrlo del todo.

“No pasa nada” todas ahí notaron la mentira, la mano del menor fue retirada con magia, Katherine, una mujer de unos 35 años, muy hermosa, cabellera castaña, de unos 1.10, piel blanca, labios rojos y unos ojos negros fue quien se acerco, toco la marca y se concentro, la magia fluyo por su cuerpo haciendo que su cuerpo emitiera luz y se centrara en la manos, la marca dejo de ser de un color morado y fue un rosa ligero, el ardor y dolor desapareció y el menor sonrió agradecido.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.