TERCER CAPITULO

Noah sintió como el dolor le atravesaba al mismo momento en que los colmillos del alfa de hermosos ojos color miel, poco a poco todo se intensificaba, sus pocas fuerzas se iban desvaneciendo y todo ante él se postraba borroso, su aferro a los hombros del alfa hasta que no pudo más y cayó en inconsciencia.

Jackson se separo del menor, sabía que eso sucedería ya que el lazo que unía al menor con el alfa se estaba rompiendo lentamente y se estaba creando uno con él, sonrió esperando ser lo suficientemente bueno para hacer feliz al pequeño chico de piel pálida que junto en ese momento estaba cargando en sus brazos apara sacarlo de esa casa que sin duda para el menor solo significaba un lugar que le trajo tristeza y sufrimiento.

Edward lo había sentido todo, como dolor propio, sentía a su lobo desgarrándose, como si le estuviera desgarrando desde dentro, su cuerpo se debilito lo suficiente como para tener que recostarse, se sentía mal, una tristeza le había apoderado y en ese momento por primera vez se lamento de no sentir nada por parte del menor.

Lo sabía y sentía (mas bien no lo sentía), el lazo ya no existía. Pero aun seguían siendo mates, almas unidas para toda la vida.

Y por eso el haría lo posible por recuperar a su omega haciendo que el menor le perdonara por todo lo que le hizo sufrir.

El alfa tuvo que salir con el menor en brazos hasta llegar a su mansión, la más adecuada para que el menor viviera, no quería se perdiera por tantos lujos pero tampoco lo quería privar de todas la comodidades que le pudiera dar y que por supuesto el menor quisiera.

Noah estaba aun inconsciente y el alfa le llevo a su habitación, sabía que el menor necesitaría de su calor de alfa para recuperarse pronto, era tan frágil ante sus ojos y eso le hizo tan feliz porque al fin lograría que el menor por lo menor fuera un poco feliz, y si todo salía bien el menor seria una de las personas más felices del mundo.

Le recostó en la cama con cuidado, le arropo y él se encargo de pedirles a los criados que realizaran lo necesario para que el menor se sintiera cómodo en la casa, sonrió al terminar y fue donde el menor quien estaba abrazando una almohada con fuerza, sintió como una agonía le atravesaba y así fue como lo supo, su lazo ya estaba listo.

Jackson sonrió y se acostó junto al menor, le abrazo y al instante el cuerpo del menor se acerco más a él.

Edward estaba en la fiesta, sonrió ante todos aunque él se sentía terrible, si ya estaba ahí tenia que concluir por lo que iba y así poder pensar bien cómo hacer para recuperar a su omega, porque aunque ya no existiera el lazo, el menor seguía siendo de él.

Noah despertó a mitad de la noche, sentía su cuerpo pesado, débil, su garganta estaba seca y le lastimaba, gimió de disgusto y en un segundo tuvo al alfa despierto y revisándolo preocupado, sonrió enternecido.

“Solo tengo sed” dijo con voz baja y las mejillas rosas por las manos del alfa pasando por toda su cara.

“Oh, sí, lo debí suponer pequeño, ten” dijo y le tendió un vaso de vidrio con agua, el menor tomo y agradeció en su mente y después de que el mayor le quitara el vaso para colocarlo en la mesita del costado el menor se acostó bien nuevamente y se acerco al cuerpo del alfa, sentía su cuerpo frio y necesitaba el calor que desprendía el alfa.

“¿Todo salió bien?” pregunto el menor con voz quedita.

“Si pequeño, solo queda que te recuperes, pero no durara demasiado, solo necesitas fuerzas” dijo el alfa abrazándole y sintiendo el cuerpo del menor algo frio apara lo que debía ser normal.

“Gracias” susurro el menor y sin más se quedo dormido, había sido demasiado para su cuerpo.

El cuerpo del menor en la cama empezó a destellar un color azul y finalmente su magia creó un campo de protección para toda la casa, algo involuntario pero normal en los omekouz.

La noche estaba llena de estrellas, el clima un poco frio pro acogedor, la luz brillaba en su mayor punto, era tan bueno que levantarse seria un desperdicio de algo tan calmado para poder disfrutar una siesta.

Noah sintió el olor a chocolate y se lleno los pulmones de tan exquisito olor. Se levanto con calma aun sentía su cuerpo muy cansado.

Jackson se levanto con calma, y con su teléfono mando llamar el desayuno a la cama. No tardo en aparecer un grupo de sirvientas con un montón de alimentos y colocando todo para cada uno se retiraron.

Noah vio todo con hambre y no tardo en devorar la mayoría de todo eso sorprendiendo al alfa quien no podía creer que el menor pudiera comer tanto y seguir así de hermoso.

“Ya han traído ropa para tu uso y unos artículos para ti, te mande comprar un nuevo teléfono, una laptop y una tableta para tu uso exclusivo.” Dijo el alfa comiendo tranquilamente ante la mirada del menor quien sonrió.

“Tengo sueño” dijo el menor con disgusto.

“Descansa, no me moveré de aquí” el alfa le convenció y llamo a la servidumbre a retirar todo ese desorden que debía costar millones.

Y así el menor se volvió a quedar dormido mientras el alfa beso la frente del menor y velo su sueño para tenerla bien protegida.