OCTAVO CAPÍTULO

Siento mi demora, he estado durmiendo demasiado y apenas logre desvelarme para escribir un poco.

Noah despertó en la madrugada, todo iba tan rápido y le hacía feliz, claro que lo hacía pero su corazón era del alfa que estaba lejos de él y su omega sufría, quería al alfa cerca, poder verle, abrazarle y quería que le mimara como mucho tiempo ya no la había hecho, lo necesitaba aunque no lo quisiera admitir en voz alta, esa era su unión la cual se había estado fortaleciendo poco a poco.

Faltaban unas pocas horas para que su magia estuviera en su mayor punto y estaba tan nervioso y necesitado (de su mate) que su cuerpo temblaba ligeramente por todo lo que estaba experimentado.

Su cuerpo estaba sobre el gran colchón, sus ojos se centraban en el techo de color blanco, su respiración era lenta y profunda, miro a su costado, ahí estaba el alfa con cabello color negro, sonrió levemente, le hacía feliz pero su omega no le amaría como a su mate y eso lo lamentaba por que el si desearía poder amarlo como a Edward pero simplemente eso era algo que él no podía controlar, su omega era quien lo dominaba en esas cosas y la necesidad de su mate era tan palpable que dolía.

Giro su rostro nuevamente al techo, cerro un minuto y se concentro en sentir el lazo, que sin saber fortaleció un poco más, respiro hondo, su mente se concentro y sin saber su magia le ayudo demasiado, su mente se lleno de la imagen, s alfa, el, estaba en un avión, recostado, su teléfono en mano, sus ojos rosjo, había llorado, su distes presionaban sus labios algo que hacia cuando estaba nervioso. No se veía precisamente bien.

Sintió como alguien le abrazaba y su mente salió de esa imagen, giro su rostro rápidamente y vio los brazos del alfa tomándole con delicadeza, sonrió un poco, se acomodo y espero a dormir antes de enfrentarse a todo el poder que iba a manejar.

…

Edward bajo del avión una hora después, era muy tarde pero aun no pasaban las 12, sabía que tocando las doce su pequeño tendría la mayor magia que cualquiera pudiera desear, se sintió orgulloso pero con ello a su mente llegaron pensamientos negativos, tomo su teléfono rápidamente y se encargo de enterarse de todo lo que cualquier persona seria capaz de realizarle a su pequeño, el se entraría y mataría a quien se atreviera a ponerle siquiera un dedo encima.

Llego a su casa, se sintió tan mal al pasar la puerta y no sentir ni el olor de su omega, subió las escaleras y entro a su habitación pero su alfa gruño en disfruto, salió de ahí y fue a la del pequeño, era la más grande, la mejor, pero el chico no lo sabía claro. Entro, todo seguía intacto, no había sacado nada, tomo las cosas, tenían su olor, no tan fuerte pero él lo sentía y se reconforto un poco, dejo su maleta en un lugar y se acostó en la cama, tenía su olor, respiro hondo y espero un día que sentía que tendría muchas sorpresas y presentía alguna desgracia.

…

Todo estaba listo, el plan era perfecto por donde lo vieras, estaban todos preparados para cualquier cosa que el alfa protector del omega pudiera hacer, todo saldría mal ara él y ellos conseguirían tener a su poder toda la magia y usarla a su antojo manipulando al chiquillo. Ni las brujas podrían con ellos.

Solo quedaba esperar a medio día y empezar todo para acoger al omega en su poder.

Pero una persona hablo de mas, sin la protección que se tenía de la magia para los que se enteraron esto fue mas susceptible a enterarse.

Katherine despertó exaltada, todo se mostro ante ella, sabía que pasaría, despertó todas las brujas y a la madre del chico tenían que ir a protegerlo lo antes posible.

…

El teléfono sonaba y despertándose rápidamente tomo y acepto la llamada.

“Hay todo un plan, van por él, con todo y no hay opción de salvación hasta el momento, tengo todo lo que harán, te mandare todo y tu ordenas, nosotros estaremos alistándonos, a tus ordenes.”

Maldijo y vio todo lo mandado, tenía mucho que planear y ver la manera de manter a salvo al omega, nada mas importaba, solo él.