En la noche oscura y serena,
bajo un cielo salpicado de estrellas,
mi corazón, envuelto en tristeza,
sueña con tu amor, añoranza eterna.
Las sombras danzan en la penumbra,
mientras mi alma se sumerge en la nostalgia,
recordando los momentos de nuestra danza,
que ahora son solo recuerdos en la bruma.
El viento susurra melodías antiguas,
y la luna derrama su luz plateada,
iluminando los rincones de mi alma herida,
donde yace el dolor de tu partida.
Cada suspiro es un lamento,
cada lágrima, plegaria sin medida,
en esta noche de silencio y descontento,
donde el eco de tu nombre se pierde en la herida.