Capítulo XI

LINDSEY: De verdad, ¿no sabes quién es?
MATT: ¿La conoces?
LINDSEY: -Notó que había mucha gente a su alrededor, podría haber algún otro infiltrado. -Aquí no puedo decirte, después te digo, iré a inspeccionar mi nueva escuela, chao.
MATT: Rara –dio meda vuelta y de forma disimulada se acercó a las jóvenes. -Hola, Hoshi –sonrió amplio y se sentó a su lado-.
HOSHI: Hola, Matt –sonrió-.
MATT: ¿Qué haces aquí?
HOSHI: Pues...
MATT: ¿Por portarte mal?, debes aprender de mí que soy un buen estudiante y no me la paso haciendo escándalo en el salón cómo tú.
HOSHI: ¡Ah!, claro. Sobre todo, yo.
MATT: Digo, nadie está en la dirección por exceso de buena conducta.
HOSHI: -Golpeó su brazo. -Qué malo eres, sabes que yo me porto bien –le mostró su lengua-.
MATT: -Se acercó a centímetros del rostro de Hoshi- Ya, no te creas. Dime, ¿por qué estás aquí?
HOSHI: -Agachó la mirada. -Me ausentaré un tiempo –respondió en tono triste-.
MATT: -Eso lo dejó asombrado- ¿Por qué?
HOSHI: Otro día te lo diré.
MATT: Pero regresaras… ¿cierto? –entristeció-.
HOSHI: Claro que sí –sonrió sin muchos ánimos-.
MATT: Te echaré de menos.
HOSHI: Y yo a ti.
MATT: ¿Qué pasará con la obra?
HOSHI: Ya lo hablé con la maestra y llegamos al acuerdo de que si una semana antes del estreno, no regreso, cambiarán el protagónico.
MATT: Esperaré tu regreso –sonrió de lado-.
HOSHI: Volveré una semana antes, lo prometo.
MATT: Espero que estés por aquí.
HOSHI: Lo intentaré.

Las gemelas Blackmoon entraron a hablar con el director, para explicarle que estarán ausentes debido a cuestiones familiares, una vez que el director accedió a tramitarles una baja temporal; se regresaron a su casa para terminar de empacar. Lindsey consiguió ingresar a la universidad sin mayor problema, ¿quién diría que la escolaridad en ambos mundos se manejaría de forma similar?

En el auto de Matt rumbo a su casa.
MATT: Lind… ¿cómo conoces a Hoshi?
LINDSEY: A ti el amor te atonta, hermano.
MATT: Ya basta de burlarte de mí, vas a decirme, ¿o no?
LINDSEY: Es que en verdad, ¿no te das cuenta?
MATT: Lindsey –le replicó enojado-.
LINDSEY: A ver hermano… ¿cuál es el apellido de la pelirroja?
MATT: Blackmoon…
LINDSEY: ¿No te suena familiar ese apellido?
MATT: -Trató de recordar si de casualidad había escuchado ese apellido antes. -Ah, no lo creo.
LINDSEY: En verdad, eres un lío.
MATT: ¡Hey!
LINDSEY: Es que… Matt, por favor, -resopló-, te la podré aún más fácil: ¿Quiénes viven en el castillo ubicado en la cima de la montaña?
MATT: Los Blackmoon, ¿por qué?
LINDSEY: ¿Ahora reconoces el apellido?
MATT: Ah, ya…
LINDSEY: Gracias al inframundo.
MATT: ¿Insinúas que… ella es su hija?
LINDSEY: No lo insinúo, ella y la peliazul que estaba al lado son hijas de ellos.
MATT: Nunca lo hubiera imaginado… ahora con mayor razón será mi novia.
LINDSEY: ¿Qué carajo tienes en el cerebro?
MATT: ¿Por qué?
LINDSEY: ¿Todavía lo preguntas?
MATT: ¿Qué tiene de malo?
LINDSEY: Sabes que papá detesta a Blackmoon a muerte…
MATT: Exacto, papá, yo no. No me importa lo que piense, hoy iré con él a decirle que me gusta ella, y le parezca o no será mi novia.
LINDSEY: ¿Voy preparando tu funeral?
MATT: Yo soy inmortal, te falló.
LINDSEY: Suerte con papá.
MATT: Regreso en dos días.
LINDSEY: ¿Puedo hacer fiestas en tú casa?
MATT: ¡No!
LINDSEY: ¡Aburrido!

Mil quinientas horas. Casa de las gemelas Blackmoon.
MAY: Hay que irnos.
HOSHI: ¿Ya está el portal?
MAY: Sí.
HOSHI: Bien…

Entraron al portal que habían conseguido abrir en la azotea, tenía un aspecto de vórtice en color púrpura; jamás se iban a acostumbrar a la sensación que provocaba cruzar el portal; una vez adentro, la presión comenzaba a aumentar haciendo que sintieran inmensos dolores de cabeza y experimentaran ciertos espasmos, quizá para un ser humano no hubiera sido algo tan exagerado, pero, en comparación a los vampiros que no experimentan dolencias de ese estilo, era como ser torturado por un corto periodo de tiempo. El cruce por el portal no tardaba más de un minuto en transportarte a tu nuevo destino, por lo que, en cuestión de segundos, ya habían llegado al Submundo.

MAY: Nada ha cambiado –observó todo el lugar, desde los altos árboles con pocas hojas en color negro características del Submundo, los edificios que parecían de una época más adelantada a la que cualquier mortal ha conocido, las calles por las que ella y su hermana habían correteado pequeños animales cuando eran niñas…-.
HOSHI: -Observó a su alrededor. -Parece que todo está en orden. Por ahora…

Decidieron caminar hacia su castillo el cual estaba ubicado en la cima de la montaña más alta. Llamaron a la puerta y Eixa Sirén (perteneciente al Congreso) abrió-.

EIXA: Sean bienvenidas, señoritas. Adelante, su padre las espera en su vestíbulo.
MAY Y HOSHI: -Un poco dubitativas ingresaron al interior. -Gracias, Eixa –sin muchos ánimos, se dirigieron al vestíbulo-.
HOSHI: Toca tú.
MAY: No, no, no, no, no, mejor tú, eres la mayor.
HOSHI: Tú.
MAY: Tú.
HOSHI: ¡Ya! De acuerdo, yo voy a tocar –llamó a la puerta con delicados golpecitos-.
COREY: Adelante. -Respondió desde el interior-.
MAY Y HOSHI: -Entraron. -Hola, papá.
COREY: Si son mis pequeñas hijas –se apresuró a abrazarlas -me alegro de que ya estén de regreso, hay tanto que hacer.
HOSHI: ¿Para qué nos llamaste?
COREY: Para ver los preparativos.
HOSHI: ¿Qué… preparativos? –Preguntó algo dudosa-.
COREY: ¿Cuál más va a ser pequeña? Nuestra tradición.
MAY: Oh, ya me acordé.
HOSHI: ¿Sí? Yo no –se mostró confundida-.
COREY: Tanto tiempo en el mundo humano te hizo daño, cariño –bromeó con ella-.
HOSHI: Te refieres a…

Matt llegó al Submundo y caminó hacia el castillo ubicado al Este, a través del Bosque Oscuro. Entró al castillo, pasando desapercibido, se dirigió al despacho de su padre y llamó a la puerta, la cual se abrió por sí sola dejando al joven un tanto perplejo ante aquello-.
LEMMY: Hola hijo, pasa.
MATT: Hola papá… -entró al vestíbulo y cerró la puerta-.
LEMMY: ¿Qué te trae por acá? Creí que ya no ibas a regresar más que para días festivos.
MATT: Ah, bueno, decidí hacerte una pequeña visita y saber cómo estabas. -dijo un tanto dubitativo-.
LEMMY: He estado muy bien, ¿qué hay de ti?, ¿cómo te va en el mundo de los mortales?
MATT: ¿Ah sí? Me alegra que estés bien papá… a mí me ha ido excelente…
LEMMY: Ya veo… ¿piensas quedarte aquí por mucho tiempo?
MATT: En verdad, sólo dos días…
LEMMY: ¿Qué dices? Si se acerca la época más importante para nuestro mundo.
MATT: ¿Tan rápido?
LEMMY: Así es, ya es la semana que viene y un viejo amigo me pidió que tú le ayudaras con algunas cosas. -dijo entre dientes, pues no le agradaba mucho la idea-.
MATT: ¿Qué amigo es ese? -Enarcó una ceja-.
LEMMY: Corey Blackmoon -hizo rodar sus ojos-.
MATT: -Sus ojos parecían que iban a salir de su rostro en cualquier momento-. Es una broma… ustedes se odian a muerte, papá, estás bromeando, ¿cierto?
LEMMY: No, hijo, estuviste ausente mucho tiempo, han pasado infinidad de cosas, es por esa razón que mandé a tu hermana Lindsey.
MATT: Lindsey… voy a matarte –se dijo a sí mismo entre dientes-. Creo que se le olvidó mencionar esa parte.
LEMMY: ¿Sucede algo malo?
MATT: No papá…
LEMMY: Cuéntame, o me enteraré.
MATT: De acuerdo, de acuerdo, conocí a una de sus hijas…
LEMMY: ¿A cuál?
MATT: Hoshi… vamos en la misma clase.
LEMMY: Ah, la gemela pelirroja…
MATT: Sí, y… me… gustaría ya sabes, que fuera mi novia.
LEMMY: ¿Te gusta? –Preguntó en forma molesta-.
MATT: No tanto como gustar… no soy ese tipo de vampiro con sentimientos, sólo divertirme, llevo diez años soltero, necesito una compañera…
LEMMY: Eso es fantástico –respondió mientras pensaba en cómo sacar provecho de la situación-.
MATT: ¿No hay problema si la hago mi novia?, es decir…
LEMMY: Claro que no, hijo. Siempre y cuando me mantengas informado.
MATT: Dalo por hecho.
LEMMY: Tengo un plan diseñado para esta ocasión y tú me vas a ayudar, pero te hablaré de eso después; ¿por qué no vas de una vez a casa de Corey?
MATT: De acuerdo, regreso más tarde –No demoró mucho en salir del castillo con rumbo al de la familia BlackMoon-.
LEMMY: -Esperó a que Matt saliera de su despacho. -Todo está saliendo a la perfección –soltó una risotada malévola-.