Nadie pensaría que la historia de Peter Pan comenzaría diferente a cómo siempre nos la habían contado, o por lo menos a mí.
Desde aquella época se rumoraba la existencia de un pequeño niño, muchos lo confundían con un duende, un enano, o inclusive, un hada, ya que se contaban entre las pequeñas y solitarias calles de Londres, la incertidumbre de que aquello que algunos ya habían visto por lo menos una vez, podía volar.
La historia de aquel pequeño no ha sido de las más alegres, sin embargo, siempre se ha mantenido risueño y amable. Supongo que muchos de nosotros los lectores en algunas partes de la historia nos sentiremos identificados de una u otra manera.
Sin más me gustaría agradecerles por haberse involucrado en leerla, es un apreciable honor para mí. Cabe mencionar que no soy muy buena escribiendo y puede que en algunos capítulos o partes mi ortografía no sea la mejor, pido de antemano una disculpa.
Dejando a un lado todo, les doy la bienvenida a la historia...
Los saluda y les da la más alegre y amistosa bienvenida.
Wendy G.