RUPTURA INFANTIL
La forma en que rompimos a esa temprana edad fue inusual para los jóvenes adultos, pero no tanto para los niños.
Un día simplemente dejamos de hablarnos, ya no nos mensajeabamos, a mi me daba pereza el tener que responderle y verlo jugar con sus amigos todas las tardes y ese latido fuerte y contundente fue suavizándose al pasar el tiempo.
No fue algo que se habló, solo nos alejamos.
No lo negaré, recuerdo que me dolió. Pero como una niña que escuchaba a su madre constantemente decir que "por hombres no se sufre" lo tomé en cuenta, recuerdo haberme dicho a mi misma "eres una tonta por sentir dolor" y ahí, en ese preciso momento (yo no lo sabía), mi coraza había empezado a armarse, una coraza que no me afectaba en ese momento, pero que en la actualidad ha sido mala y buena al mismo tiempo.
El problema de nosotros es que no nos ponemos a analizar quién activo ese botón que enciende nuestra capa protectora hacia los sentimientos, creemos que fue una relación reciente, un amistad que termino hace unos meses, pero realmente se encuentra en la infancia, y la mía empezó ese día.