VIII

WINSTON

Todos nos encontrábamos allí, o al menos todos los que debíamos estar. A falta de John Wick.

Ante mí, el libro Infinitum.

Sentados en dos sillones, la Srta Perkins y Markus, y entrando por la puerta, Nadya, con cara de pocos amigos.

-Buenas noches amigos -les dije para comenzar-. Todos estamos aquí reunidos para un Pacto de Sangre.

Podía ver en sus caras diferentes sentimientos.

La Srta Perkins miraba anodina al libro Infinitum, si bien no era una mujer de muchas palabras, me tenía respeto.

Markus esperaba tranquilo en su sillón, mientras observaba mis libros en las estanterías. Era taimado.

Pero Nadya Popov era el súmmum de la expresividad. Llevaba sus brazos cruzados sobre el pecho, y miraba con incertidumbre a todos en la sala. Incluido a mí.

-Si son tan amables de esperar a que el convocante aparezca -dije con la intención de alejarme de aquella tensión que se podía cortar con un cuchillo-, yo volveré enseguida.

-Winston -dijo Nadya dando un paso adelante, sin dejarme un segundo para salir de allí-. ¿Qué estoy haciendo yo aquí?

Levanté una ceja y le dije:

-¿Acaso no eres tu Nadya Popov, alias Poison?

-Sí -dijo cohibida.

Usualmente el nombrar a un asesino con un alias, incrementaba la reputación de éste, pero no provocaba incomodidad en el dueño. No al menos en la mayoría. Cosa que no parecía suceder con Popov.

-Pues tendrás que esperar a que llegue el convocante. Volveré en un rato -dije a todos.