46.

⊷⊶⊷⊷⊶⊷《 MATTHEW 》⊷⊶⊷⊷⊶⊷

Mi hermana, tenía entre mis brazos a mi hermanita, y todo gracias a Kathe, aunque ella se puso en riesgo también.

— ¡Papi! ¿Qué le hacen a mi papi? Suéltenlo — el niño se removió entre los brazos de Katherin y corrió a William.

Al hijo de puta no le daba nada estar desnudo frente a su propio hijo, uno de los policías se acercó a él tendiéndole uno bóxer a su compañero para vestirlo

— Hijo, esa gente mala quiere llevarse a tu mamá — el niño asintió con la cabeza y salió a correr no sé dónde.

— Noooo — grito Maggie antes de correr tras él al igual que Katherin.

— Mags, Kathe, ¿Dónde van? — corrí tras ellas al interior de casa y frené en seco cuando empezó a sonar una muy fuerte alarma.

— ¿Que carajos? — veía bajar una especie de rejas por las ventanas, corrí más rápido hasta encontrar a las chicas.

— Tenemos que salir rápido, si las persianas bajan no podremos salir de esta casa en un mes — dijo Maggie tratando de tomar en sus brazos al pequeño.

— Déjame mamá, déjame, los hombres malos te llevarán, debo cuidarte —

— No son malos, mira él es tu tío — trato de tomarlo de nuevo en brazos y no se dejó.

— Mierda — exclamé al ver que las persianas iban a la mitad. — Nos vamos — tome al mocoso en mis brazos y comenzamos a correr hacia la salida.

Entre más nos acercamos podíamos escuchar el ruido de las balas, había un tiroteo. Cuando estuvimos cerca vi a varios oficiales muertos en el suelo, papá y Steven no estaba por ningún lado, al igual que William.

— Vámonos, vámonos — papá apareció por un pasillo y nos guío a una salida.

— Ponte esto hija — papá quitó su chaleco poniéndolo sobre Maggie, quise hacer lo mismo con Kathe, pero el pequeño que llevaba en brazos me lo impedía.

— Déjame bajar monstruo, te vas a llevar a mamá — ignore al pequeño agarrándolo aún más fuerte, era como cargar un gusano enorme, se removía mucho en mis brazos.

Seguimos corriendo hasta llegar con un grupo de oficiales que se encontraban en las camionetas de policía en las que habíamos llegado, antes de acercarnos a ellas empezaron a sonar disparos en nuestra dirección, las chicas gritaron asustadas, y apreté aún más contra mi pecho al pequeño para protegerlo.

Corrimos lo más rápido que podíamos, apenas divisé la puerta abierta de una de las camionetas tomé a Katherin de su mano y prácticamente la lance a su interior, seguido del pequeño.

— ¡Papá! — me gire a mirar que pasaba, Maggie estaba de rodillas frente a mi padre, mierda, lo habían herido.

Corrí a ellos mientras un policía nos cubría, y entre Steven y yo cargamos a papá hasta el interior de la camioneta.

Antes que yo pudiera subir los disparos cesaron, y la voz de William se escuchó por todo el lugar.

— Entréguenme a mis mujeres y a mi hijo, y les dejaré ir en paz — ¿Acaso estabas loco? Ni en sus sueños dejaría a mi mujer y a mi hermanita de nuevo en sus manos.

— Ahí que irnos ya, aprovechemos el momento, tenemos que llevar al señor a un hospital — dijo el oficial, mire a mi padre que se apretaba el abdomen.

— ¡Matthew sube ya! —subí al auto y antes que el oficial cerrará la puerta el mocoso bajo corriendo.

— Tengo que buscar a mi papá, no lo puedo dejar —

— ¡Mike no! — cuando quise salir por él, el oficial cerró el auto y otro lo puso en marcha.

— Espere no, mi sobrino está allá afuera —

— Mike, Mike — Maggie gritaba golpeando el vidrio, — Pare, mi hijo está allá afuera — ninguno nos escuchó, o si nos escucharon simplemente ignoraron nuestras súplicas.

Antes de salir de la fortaleza el auto paso frente a la casa, allí, con una sonrisa sínica en su rostro y llevando solo bóxer estaba William con Mike en sus brazos.

— ¡Maldito hijo de perra! — Grité frustrado, Maggie lloraba desconsolada.

— Lucían, aguanta — mire a mi padre, Kathe y Steven se estaban haciendo cargo de él.

Me acerque a ellos, se veía realmente mal, estaba pálido, y las manos de Katherin que ejercía presión en la herida estaba completamente manchadas de sangre.

— Tenemos que llegar rápido a un hospital — el camino se me hizo eterno, está vez llevaba el corazón en la mano por mi padre.

— Vamos viejo, aguanta, tienes un nieto que conocer, aunque es un mocoso terco que se escapó, tienes que resistir para ayudarnos a recuperarlo — él solo sonrió.

Para cuando llegamos al hospital papá ya iba inconsciente, los paramédicos corrieron a recibirlo a la calle y lo entraron a cirugía de inmediato.

— Llamaré a Alice — hablo Steven, — Haz que Kathe sea vista por un médico, la policía está aquí, que hagan las revisiones y pruebas necesarias para la denuncia — le asentí mientras me giraba a ver a mi mujer.

Allí estaba ella, tenía moretones por todo su rostro, sus pies descalzos sangraban un poco al igual que sus rodillas, había marcas en sus brazos y su cuello, su labio hinchado y sangrante y su cabello enmarañado, odie al maldito malnacido que le hizo esto, y me jure a mí mismo que lo encontrarla y lo picaría en pedazos.