Me gustaba los colores bajitos y el otoño en su mayor momento.
Me gustaba el café y la fotografía.
Me gustaba el blanco y los girasoles.
Me gustaba mi cabello y mis ojos azules.
Pero sobre todo me gustaba el chico que estaba sentado en la mesa de atrás.
Me encantaba su mirada encontrándose con la mía.
Me encantaba sus sonrisas discretas y los pequeños sonrojos que causaban.
Me encantaba que llegara todos los días a la misma hora hace dos meses.
Pero sobre todo me encantaba cuando me hacía reír y me veía como si fuera perfecta.
A pesar de todo lo que me gustaba y encantaba de él había algo que me disgustaba.
Había algo detrás de su sonrisas y miradas.
No importaba cuanto amor me demostrara yo era consciente de que algo no funcionaba.
Su corazón me pertenecía pero no todos los días, al final mi alma lo sabía.
Yo era un secreto mal guardado y él era una misteriosa tentación para mi corazón