Algo me dice que nada cambiará, que todos en este lugar estamos rotos, rasgados y llevamos cargas, tristeza e iras. Que estamos descompuestos de la manera más extraña, juntos simplemente nada parece salir bien y todo se va directo al carajo sin tener tiempo de reaccionar.
Retumban gritos, las noches son eternamente infernales, el dolor me perfora y no lloro por la vida que llévamos, lloro porque estamos condenados a no fluir, y las ansias de hacerlo se desvanecen se convierten en la espuma al final de cada ola, y nuestras olas son cada vez más grandes, nos arrastra a cada uno de nosotros y nadie guarda tanta valentía para quedarse en aquel lugar que aunque lleno, solo se escuchan los ecos de lo que fuimos todos, el latir de corazones con cuerpos inertes, miradas idas y las aguas que van arrastrando cada pensamiento que nos cruza por la mente. Poco a poco nos desvanecemos. Nos derretimos como hielo, porque en eso nos hemos convertido en nada, más que en recuerdos.
∆Tiina∆