Tú ropa fue un mar de estrellas, la belleza misma de dicho conjunto, fue superior al sol, porque el estar contigo fue de otro mundo, me sentí un astronauta al besarte, sabía que cosas así, sólo pasaban en histórias creadas por seres de otros planeta, porque como digo, lo que me paso al besar tus labios, fue sencillamente etéreo.
Tú camisa color verde, me hizo pensar en la naturaleza, lo relacione con lo natural que fue conocerte, fue como una historia sacada de los cuentos mágicos, pregunte tú nombre y contestaste con un tono de voz muy dulce, entre una risa muy característica, capaz de ser reconocida a distancia, quede sorprendido de tú amor a la lectura, comprendí que eras conocedora, de una de las pasiones más grandes, la cuál es perderse entre escritos.