Capítulo 25 - Dedicatoria II

Pensando en ti, llego a la conclusión, que realmente eres increíble, quisiera ser el sol, para poder calentarte cuando tengas frio y poder iluminar tu caminar, quisiera ser la luna, para velar por tu sueño y protegerte de las pesadillas, quisiera ser la razón, por la cual tu sonríes, quisiera ser tu paño, cuando esa tristeza sea incontenible, quisiera ser la razón, por la que te impulsa a seguir, quisiera ser parte de tus sueños, para ser importante para ti. 

Bajo el intenso sol, la fatiga elimina pensamientos, pero hay un pensamiento que a pesar de la intensidad no desaparece y es el siguiente: 

“Tú figura deja hipnotizado a todo amante del arte, la belleza se vuelve insignificante al compararte, tan magnifica es tu forma de ser, que las infinitas galaxias se vuelven sencillas y simples al verte”. 

La luna se acercó y pregunto: ¿Quién es ella que su belleza es capaz de alcanzarme?, ¿Quién es ella, que aún mi brillo no logra apagarle?, ¿Quién es ella cuya melódica salida de sus labios es la mejor sinfonía?,¿Quién es ella cuyos ojos son más intensos que el mismo sol?, ¿Quién es ella, cuyos cabellos parece lino fino?, ¿Acaso fue hecho por la seda más suave jamás mostrada?, ¿Quién es ella que para que se encuentre tan serena?, ¿Quién es ella que incluso la delicadeza la envuelve?, ¿Quién es ella cuya dulzura parece su aliada?  
Todo esto me pregunto, por que al parecer nadie lo cuestiona, puesto que se asume, que eres la representación de la perfección…

Alusivo a:

A. G.