Freak.

Capitulo 1: Interrupción

J A M E S 

Solo bastó con cerrar mis ojos para que el silencio que abarcaba el viento me comenzara a susurrar muy sutilmente, y en aquellas palabras distantes podía escuchar que decían que siguiera con mi camino. Al abrir los ojos, me topé con aquella espesa neblina y con aquel denso bosque frente a mi, a pesar del frió que hacia mis manos no paraban de sudar del tan solo pensar que estaba apunto de adentrarme a un lugar completamente extraño, pero a su vez, aquella curiosidad que poseía por saber mas acerca de mi entorno, lograba que dentro de mi se reuniera el valor suficiente para comenzar a indagar. 
 

Poco a poco comencé a profundizar en el bosque, a pesar del pánico de estar pisando tierras desconocidas no parecía haber nada fuera de lo usual. Conforme avanzaba, iba haciendo a un lado las ramas de los arboles, y al cabo de unos minutos, comencé a escuchar algunos sonidos extraños, lo cual me incitó a comenzar a caminar mas rápido para poder observar de que se trataba. 

Al llegar al final de aquel camino mi corazon se detuvo, lo único que me separaba de aquel dichoso ruido, era un inmenso árbol que obstruía mi vista, cerré los ojos y retuve mi respiración durante unos breves segundos para llenarme de valor, entonces exhale, y rodee el árbol siendo precavido todo el tiempo, mire hacia el lugar y la fuente de aquel ruido era un pequeño riachuelo, me acerque rápidamente como si no me importara nada y lo contemple durante un lapso de unos 5 o 6 minutos, era hermoso. 

Luego de alejarme opte por seguir profundizando un poco mas en el bosque, es decir, quien sabe con que otra clase de cosas me asombraría este bosque, luego de caminar unos cuantos minutos decidí sentarme sobre una roca para descansar un poco, a pesar de que la espesa neblina saturaba por completo al bosque aun se podían detectar algunos aromas a pino y flores en el ambiente. Toda mi vida la había pasado aprisionado, encerrado en un lugar donde tienes que estar atento las veinticuatro horas del día, esta sensación de relajación era como un regalo que nunca se me había concebido.

A decir verdad dentro de mi no cabía la alegría por estar al fin disfrutando de los pequeños placeres de la vida como simplemente observar cosas esplendidas, sentir la brisa del viento o sencillamente estar a solas contigo mismo, cosas que quizás para muchos resultan ser un completo disparate.

--James... James--

Escuche como si el viento dijera por unos instantes mi nombre, así que me puse de pie y mire a los alrededores sin encontrar nada debido a la densa neblina que cubría al bosque, comencé a preocuparme, de repente todos los sonidos que englobaban el bosque se pausaron de una manera radical. Comencé a caminar pero mis pisadas no producían ruido alguno. 

--James... James-- 

Esta vez el sonido provenía de mis espaldas, así que me gire rápidamente, y ahí sentado en la piedra justo donde estaba yo hace unos instantes, pude apreciar la silueta de una mujer que me daba la espalda, su cabello largo y liso era de color rubio, era algo cautivante. Pero en ese momento las preguntas comenzaron a inundar mi cabeza ¿de donde ha salido? ¿cuanto tiempo lleva ahí? ¿sabrá que estoy aquí? ¿porque no se voltea?. 

Comencé a acercarme en que a su vez iba preguntando -¿Quien eres?-, mas no obtuve respuesta alguna de su parte. 
 

De repente mi entrometimiento por ver su cara se vio frenado, me comencé a llenar de adrenalina, sentía como mi corazon comenzaba a palpitar cada vez mas rápido, ella tenia algo que me ponía nervioso de alguna manera, Comenzaron a caer gotas de sudor por mi frente impregnándose en mi suéter. 

-Tu no eres humana... -Pronuncie en voz baja mientras comenzaba de a poco a alejarme.

Lo único que logre alcanzar ver fueron sus manos estas estaban despellejadas y de alguna manera la poca piel que le quedaba era color grisácea; Fui retrocediendo procurando no tropezar con algo que me pudiera hacer caer. Mi pecho subía y bajaba, mientras trataba de conservar la calma al mismo tiempo. Pero a pesar de todo mi desasosiego había una pregunta que seguía rondando mi mente cada vez que veía a esa "cosa" ahí sentada ¿que acaso no ha notado mi presencia ya?, es decir, hace unos momentos solo la tenia a unos centímetros de distancia y hasta me escucho hablarle, ya debería de al menos haberse volteado.

De pronto una fuerte brisa que salio de la nada impacto con mi rostro, generando que cerrara mis ojos con fuerza mientras los protegía con mis antebrazos, en ese instante los ruidos regresaron pero ya no eran aquellos ruidos que confinaban al bosque, esta vez podía escuchar con claridad los gritos ensordecedores de la gente, rogando y pidiendo piedad. al abrir mis ojos quede horrorizado ante la escena que estaba contemplando,lo que alguna vez fue una aldea había convertido en un festival del canibalismo donde las personas estaban luchando contra estos monstruos para no ser consumidas por ellos.

A lo lejos podía observar siluetas color negro moverse en medio de todo este caos, algunos adultos tomaban a sus niños en brazos, pero era inútil, tan solo corrían un par de centímetros y estas hordas de monstruos los alcanzaban, comenzando desgarrar y masticar sus cuerpo con poderosas y deformadas mandíbulas, el esfuerzo por tratar de escapar era algo ineficaz, de una u otra manera siempre terminaban en las manos de estos monstruos.

Los intentos por tratar de defender al pueblo eran en vano ya que eran miles y miles de estas cosas que habían llegado al pueblo devorando literalmente todo a su paso. Mire al suelo y un rió de sangre que me llegaba hasta los tobillos había surgido, solo comencé a temblar de la impotencia, y ahora yo tampoco tenia a donde huir o donde esconderme.

-¡James! -Escuche la voz de mi padre a lo lejos y unos segundos apareció frente a mi.

Su cabello canoso estaba desordenado, su frente, su rostro y su camisa estaban repletas de sangre. No pude evitar sentirme sobre exaltado cuando lo vi, pese al desconcierto del momento pude llegar a distinguir algunas heridas en su brazo. 

-¡Padre! -Lo abrace con todas mis fuerzas, solo estaba contento de que el estuviera bien.
¿Estas bien? ¿Te hicieron daño? -Su mano tomo mi brazo y comenzó a halar de el en la otra dirección.



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Editado: 28.03.2018

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