«El amor romántico es una adicción»
—SECRETOS
Emma había decidido irse lo más rápido de lo que pensaba de mi dormitorio. Supongo que el tenso ambiente tampoco aportaba a su estadía y pensándolo bien desde que ella soltó aquella noticia de que ya tenía pareja había desatado en mi un mal temperamento.
Ya ha pasado más de una semana, para ser exacto estamos en la fiesta de disfraces y no logre distraerla. No pude convencerla de venir conmigo sin que sonara tan insinuador. Desidida a persuadirla de mejor manera, pero esa mujer es demasiado terca. Todas las tácticas usadas fueron en contra de mis expectativas volviendo trizas.
Al final, me conforme con solo verla de a lejos. Arregle mi traje, acomode mi anillo en el lateral derecho y me memorice mi discurso de memoria. Tenía comprado el boleto en caso de un rechazo y que algo saliera mal, al menos podría salir ante de que la tormenta me tragara por completo, porque sabía, bueno, que si ella me plantaba no la vería de igual manera. ¡Todo debía salir de manera perfecta!
Practico mi monologo, lo repito más de dos veces al día, para asegurarme de todo salga a la perfección. Extraño tenerla a mi alrededor, aunque su voto de silencio me duela sé que esto es por el bien de los demás. Le envié el vestido que ella había visto de hace poco, me siento feliz de saber que lucirá perfecta el día de hoy. Más alegre. Sé que se mandó a arreglar y con sus amigas salieron muy temprano de la Universidad. La única cosa que me tiene preocupada es la influencia de los comentarios maliciosos que últimamente ciertas chicas repiten como si fueran una canción. Tanto es así, que hasta a mí ya me ha desesperado.
En la noche, tengo todas mis expectativas controladas. Sé que hoy debo esperar de todo un poco y que será de una fiesta que de seguro nunca me olvidare. Así que me aseguro de tener todos mis pensamientos en regla.
— ¿Entonces hoy le piensas decir? –Pregunta Conan con una gran sonrisa mientras yo asiento de manera ligera
Incluso un tonto se daría de cuenta de que hoy es un día único para mí, la sonrisa bobalicona que tengo en mi rostro es una clara muestra. Trato de no sonrojarme en el proceso.
—Nunca es tarde para dar ese paso –Le digo mientras le guiño un ojo
—Por supuesto, algunos pueden tener esa oportunidad. Otros tal vez no. No todos los hombres somos bendecidos por el amor.
—Oh claro que si, ya llegara tu chica Conan y de eso no te quepa la menor duda –Digo, riéndome d el por su mueca y sé que ya la tiene solo que él ni se logra imaginar
—Bueno, supongo que solo es cuestión de esperar –Dice Conan mirándome. Ambos fuimos bendecidos por las chicas de nuestro sueño la cosa fue que él le fallo a la suya.
—Nunca es tarde para disculparse Conan –Le digo, mientras le golpeo la frente, Conan se aclara la garganta y cuando le miro le veo los ojos llenos de lágrimas –Deberías ser más sincero Conan
—No –Responde rápidamente –Déjate de estupideces –Desaparece después de mostrarme el dedo del medio
Cuando escucho el golpe de la puerta de nuestro dormitorio me permito soltar el aliento que tenía retenido. Me tiemblan las manos cuando trato de arreglarme la corbata. Siento tan apretado todo, sorprende mente me siento como crio cuando está a punto de ser regañado por su mama cuando le va mal en el colegio. Cuando me miro en el espejo pongo mi mejor sonrisa y vuelvo a ensayar mi declaración. No hay nada más gratificante que el poder ser recompensado
Llamo a un taxi y espero a que llegue; veo los mensajes enviados de mis padres y sus disculpas. Por motivos económicos no han podido venir así que los dos debíamos acompañarnos en este gran momento.
El taxi tarda más de lo que tenía crono matizado, el control en este momento es todo para mí y estoy a punto de darme por vencido. La clave del éxito de este plan en gran parte es que todo salga a la perfección.
En el transcurso a l salón de reuniones siento que respirar me cuesta más de lo normal, es la primera vez que me siento con tanto miedo. He sido un chico solitario, pero con el corazón bien domado y supongo que el solo hecho de recordar como ella me ha estado ignorando duele más de lo que quería admitir.
Quiero que me acepte
Quiero ser su príncipe
Y el hombre que este a su servicio
Quiero encontrarla sola y con su atención puesta en mí. Tal vez estoy demente después de todo los sucesos. Una parte de mi quiere decir que este amor es unilateral pero la siguiente me dice que tal vez no sea el único que siente esto. Mi mente piensa en un millón de acciones que podría hacer para poder tener su atención. Una enorme inconformidad me alberga cuando la veo entrar con el idiota de Andres. Me siento fariseo, violento y con ganas de golpear a alguien. Soy un hombre llega de emociones negativas hacia un imbécil que no entiende que ella ya tiene dueño y está fuera de sus límites, pero por lo visto hay que dejarle claro que ella ya tiene dueño
Y esa persona no es nada más ni nadie menos que yo.
Le pago al taxista mientras escucho sus comentarios burlones sobre que estoy pensando en cosas equivocadas. Justo cuando creo que puedo invadir su espacio giro para encontrar el lugar vacío. Me detengo un momento, revisando mi ambiente, hago una pausa cuando veo a la mejor amiga de Emma y manos tenemos claro que caminamos al mismo lugar. La sigo de manera silenciosa mientras ella me guía hacia una de las salas ocupadas para las fotos. Confió en que Emma mediante un engaño chiquitico llegue a mí. Un hombre cuando está enamorado puede usar trucos tal vez muy sucios.
—Entra, ve donde quedamos y acuérdate de hacer todo bien –Me grita mientras me señala la habitación. Salió en busca de Emma, quien diría que una de sus mejores amigas me ayudaría. En nombre del amor muchos soldados entran a la guerra y son de ayuda.
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Editado: 26.04.2022