From Zero - Desde Cero

Capítulo XXIV: Plan Histórico

Al acabar la explicación de los betavisores, Isaac llamó a un grupo de personas vestidas con batas y gorras verdes.

Él mencionó que ellos eran científicos del proyecto "P.E.G.A.S.U.S.", y que se les debía de llamar con lo que significaría su verdadero nombre:

"Greenders".

Estos nos mencionaron algunas cosas.

Una de ellas fue que nuestro trabajo como "crononautas", era reunir información de lo sucedido en el pasado o el futuro. Esto como tal, constaba de viajar a través del  tiempo con las herramientas y la información que nos otorgaban, luego de ello, debíamos  volver al presente con la información reunida en el tiempo al que éramos enviados y charlar con los "Greenders" para reconstruir partes ocultas de lo ocurrido en la historia.

En conclusión, lo antes dicho, se llevaría a cabo dentro de los tiempos destinados y en cada parte de la operación que fue denominada "Plan Histórico".

Lukk y yo, comprendimos lo que teníamos que hacer frente a lo expuesto por los "Greenders". Por esa misma razón, aceptamos lo que nos proponían y estuvimos de acuerdo en observar a nuestros alrededores con la idea de recolectar la información que ellos necesitaban.

Luego de aceptar los términos en esa reunión, los Greenders nos llamaron a uno de los cuartos que tenían conexión con la sala e hicieron una votación para decidir el tipo de vestuario que usaríamos al viajar. 

Al final, después de una gran discusión de ideas, se llegó a la solución de que usaríamos un vestuario sencillo en nuestro primer viaje, algo acorde al tiempo de destino: "El año 1,863".

El vestuario constaba de unos pantalones negros y unas botas negras, un abrigo de color negro (con una pequeña raya blanca en el medio) y una boina de color marrón. Lukk, dijo no necesitar la boina, así que la rechazó. Por mi parte (según los Greenders), para ocultar mi cabello, me pusieron como un requisito usarla (al menos en este viaje).

En ese momento (al acabar de vestirnos), una miembro de los Greenders, se acercó a mí antes de siquiera haber pasado un minuto. 

—Mm, esa apariencia podría ser problemática. ¿Tú que opinas, Isaac? —preguntó mirando a Isaac fijamente. 

—Tienes toda la razón, Karen. También estaba pensando lo mismo.  ¿Qué crees que podríamos darle? ¿Tienes alguna sugerencia? —preguntó Isaac a Karen de forma pensativa. 

—¿Qué te parece una máscara? —propuso Karen como una opción.

—¿Una máscara? —repitió Isaac para asegurarse de haber escuchado bien.

—Sí, eso dije. Una máscara —dijo Karen mientras observaba a Isaac fijamente.

—Creo que una máscara es muy excesiva, cariño. ¿No sería mejor darle unos lentes oscuros para ocultar sus ojos y ya?  —mencionó Isaac.

—Me gusta la propuesta de Isaac —interrumpí para dar mi opinión.

—Cuando los adultos hablan, los niños se quedan en silencio —respondió Karen ante mi respuesta. 

—Ves, a él le agrada mi propuesta. 

—Sigo diciendo que la máscara es más útil que los lentes. Además le quedaría muy bien con lo que lleva puesto —Karen insistió nuevamente.

—¡Eso no es ciert...! 

Una voz pequeña interrumpió la discusión de ambos sobre lo que yo debería llevar. 

—Esto no va a llegar a ningún lado. ¿Podrían dejar sus asuntos matrimoniales para después? —mencionó Lukk enojado.

 —¡No son asuntos matrimoniales! —Karen e Isaac respondieron al unísono ante la interrupción de Lukk.

—Me parece más acertado darle unos lentes que una máscara —dijo Lukk, apoyando la propuesta de Isaac.

—Bien, entonces está decidido. N.º AN-10 llevará unos lentes por mayoría de votos —dijo uno de los Greenders que escuchaba la discusión entre Karen e Isaac. 

Fue en ese momento, que se decidió que usaría unos lentes oscuros en todo el viaje. 

Y luego de darme los lentes, el conjunto de Greenders me rogó que no me los quitara cuando llegara al tiempo destinado, que mis ojos resaltaban mucho a la vista y que era preferible que no los mostrara, porque esto podría alterar el curso de las cosas.

Todos estuvieron de acuerdo, sabían que podrían pasar cosas malas si no los cubría con algo. De igual forma, aún no me acostumbraba a mi nueva apariencia.

Aunque no solo era mi apariencia como tal, lo que más resaltaba en mí eran mis ojos estrellados (por así decirlo). Ellos permitían que yo pudiese ver un rastro en dirección a un posible movimiento; como una recta que comenzaba desde un punto de inicio hasta un punto final.

Dicho lo anterior, acepté el consejo de los Greenders y prometí ante todos que no me los quitaría sin falta.

Fue en ese entonces, cuando Isaac nos hizo sentar en el centro de la sala y nos pidió que no nos moviéramos; él mencionó que los cronovisores actuaban cuándo el cuerpo permanecía estático y que al momento de colocarlos en nosotros, era preferible que nos quedáramos quietos.

De esa manera, Lukk y yo, terminamos iniciando nuestro viaje con los cronovisores.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.