60 - Una ardua victoria.

Actualmente, aquél gigantesco tornado que aún se encontraba ubicado en el tormentoso cielo de Arendelle y que durante un buen tiempo ejerció como un enorme portal para que los numerosos seres de complexión esquelética pudieran cruzar desde aquélla región de Fiore, había comenzado a colapsarse poco a poco gracias a la contundente victoria por parte de la quinta espíritu guardián portadora del devastador elemento hielo quién además en ese instante todavía se podía visualizar tratando de cerrar la gran puerta eclipse junto con su compañera de ojos púrpura.

Siendo un hecho que rápidamente se vería reflejado por completo en las bellísimas tierras de aquél increíble e inigualable reino repleto de un abundante número de gigantescas montañas llamado Arendelle, mismo lugar cubierto de nieve que todavía se podía apreciar tratando de ser protegido por aquélla flamante reina momentánea de intenso cabello rojizo junto con todos sus valientes compañeros.

Miércoles 5 de enero.

Gran reino de Arendelle.

Zona central del pueblo. 

6:00 de la mañana. 

Mientras tanto, una tremenda onda de energía elemental de intenso color negro y ligeros tonos amarillentos todavía se podía visualizar en ese preciso momento invadiendo absolutamente toda la zona central de aquél nevado pueblo de Arendelle, misma onda formada de abundante energía mágica qué a su vez había sido totalmente creada por aquéllos dos nuevos invitados para lograr aniquilar a los cientos de terribles seres demoníacos qué en aquél instante se encontraban invadiendo la hermosa región, tratándose además de un impresionante acontecimiento que al parecer se apreciaba desintegrando a los malignos individuos repletos de una profunda oscuridad ante las expresiones realmente incrédulas por parte de todos los preséntese en él enorme escenario. 

Mismos valientes guerreros que solo se podían visualizar observando cómo su amado hogar cubierto de abundante nieve se encontraba siendo completamente liberado gracias a la impresionante magia de aquéllos dos jóvenes elementales, los cuáles a su vez únicamente se apreciaban en ese preciso instante portando unas expresiones sumamente tranquilas en sus respectivas miradas mientras permanecían sin realizar ningún movimiento físico ante todo lo que se distinguía aconteciendo en la gran zona. 

Sting: Esto...ha terminado princesa.

Rogue: El inmenso mal fue erradicado.

Comentaron los dos jóvenes portadores de la increíble magia elemental con un tono sumamente tranquilo reflejado en sus respectivas palabras mientras que ambos procedían a observar de una forma amigable a la fémina de cabello rojizo, misma mujer de inigualables orbes color azul turquesa que al parecer no había podido evitar que un par de gruesas lágrimas comenzarán a resbalar lentamente por sus mejillas debido a la gran felicidad que sentía en su corazón.

Anna: Gracias...en verdad gracias.

Dijo la flamante reina momentánea de aquélla nevada región de Arendelle con un inmenso agradecimiento reflejado en su bellísima voz al momento de enfocar sus lindos ojos azul turquesa en dirección a los dos poderosos jóvenes elementales, mismos individuos poseedores de la devastadora magia que simplemente habían decidido realizar una ligera reverencia debido a las sinceras palabras recibidas por parte de la mujer que todavía seguía con su corazón lleno de felicidad.

Kristoff: El reino de Arendelle ha triunfado, de nuevo estaremos en paz.

Mattias: Cómo siempre debió ser.

Hablaron los dos hombres pertenecientes a la gran familia real de Arendelle con una notoria tranquilidad reflejada en sus respectivas miradas al momento de estar observando cómo aquéllos terribles demonios continuaban siendo totalmente pulverizados a causa de la enorme onda, misma onda formada de una descomunal cantidad de energía elemental qué a su vez todavía se podía visualizar totalmente apoderada de aquélla nevada zona central de aquél inigualable pueblo mientras aún seguía cumpliendo con el arduo cometido ordenado por los dos nuevos invitados.

Anna: ( Elsa...tú reino está a salvo ).

Pensó de una forma mental la hermosa fémina de inigualables orbes azul turquesa al momento de estar observando cómo aquélla devastadora onda de color negro y ligeros tonos amarillentos continuaba realizando completamente su cometido, siendo al final sólamente cuestión de unos cuantos minutos para que aquélla misma onda formada de energía elemental fuera poco a poco disminuyendo su tremenda intensidad ante las expresiones expectantes por parte de todos los presentes en el lugar.

Mattias: Todos...todos los terribles demonios...fueron eliminados...es...es simplemente impresionante.

Exclamó el antiguo guardia real de color con una inmensa impresión reflejada en sus palabras al estar apreciando cómo aquélla enorme orda de terribles demonios había desaparecido por completo del deteriorado escenario repleto de nieve, tratándose de un increíble acontecimiento que al parecer logró dejar totalmente impactado al valiente hombre de color que además en ese preciso momento procedió a dirigirse poco a poco en dirección a la reina momentánea de cabello rojizo.

Por su parte y después de que todos los presentes en el escenario pudieran observar aquél increíble acontecimiento, la flamante reina momentánea de bellísimos ojos color azul turquesa pudo darse cuenta de que aquél gigantesco tornado que todavía se encontraba ubicado sobre el tormentoso cielo de Arendelle se apreciaba en ese instante colapsandose, siendo a su vez un hecho que al parecer a los pocos minutos transcurridos logró captar de una forma sumamente inmediata la atención de los involucrados que en ese momento aún se podían visualizar recuperándose de la batalla. 

Anna: El tornado…está desapareciendo.

Kristoff: Crees que...esto sea obra.

Mattias: De los espíritus guardianes.

Pronunciaron los tres integrantes de aquélla respetada familia real de Arendelle con una inmensa seriedad reflejada en sus respectivas voces al continuar observando cómo aquél enorme tornado que ejercía como un portal seguía colapsandose, mismos individuos que rápidamente pudieron notar como aquéllos dos poderosos jóvenes elementales habían procedido a dirigir una de sus firmes manos en dirección al tormentoso cielo perteneciente a la hermosa e inigualable región repleta de abundantes montañas.