Olivia.
Cuando por fin conseguí abrir los ojos, noté como todavía estaba en la misma posición en la que me dormí. Una sonrisa tonta salió de mi boca al ver que se había quedado ahí conmigo. Sus brazos cubrían por completo mi cuerpo, tener mi cabeza apoyada en su pecho era todo un gusto. Cuando alcé la vista me quedé mirando su cara por bastante tiempo, se veía hermoso mientras dormía…Un rayo de sol entró por la ventana y pegaba suavemente en la parte derecha de su cara iluminando aquel rostro tan perfecto que incluso dudaba si era cierto. Si todo esto era real.
Observaba cada centímetro de su rostro, sin perder ningún detalle. En un instante sus ojos se abrieron de par en par. La luz pegaba en ellos y se hicieron un verde más claro, ¿podía ser más perfecto? Sus ojos fueron directos a los míos cuando notó que estaba observando.
—¿Observando? —murmuró.
Noté el ritmo cardíaco acelerado. Comencé a ponerme muy nerviosa del susto que me dio escuchar su voz de repente y volví a agachar la cabeza para aprovechar los últimos segundos acostada sobre su pecho para luego levantarme de la cama rápidamente.
—Necesito darme una ducha— dije mientras me levantaba exhausta yendo a coger ropa y dirigiéndome hacia el baño.
Entré rápidamente. Cerré la puerta y me quedé apoyada en ella asimilando todo lo que estaba pasando. Una sonrisa se formó en mi rostro al recordar lo bien que me había hecho sentir.
Me metí en la ducha y comencé a bañarme, todo iba bien hasta que mis pensamientos se nublaron de nuevo, ¿porque no podía dejar de recordarlo? Me estaba haciendo daño a mí misma y no me daba cuenta. Agité la cabeza y volví a pensar en cosas bonitas, así que terminé de ducharme, me puse un vestido holgado y salí del baño.
Connor
¿Cómo decir que esta noche había sido perfecta para mí?
Ahí estaba ella, entre mis brazos acurrucada. Esa pesadilla que casi me provoca un infarto durante la noche al escuchar aquel grito que me levantó de un salto.
Durante la noche apenas pude dormir, tenía que asegurarme de que estaba bien, de que no volviese a tener ninguna pesadilla más. Aunque ahí estaba yo, para espantar a todos los monstruos de sus pesadillas.
La miraba e instintivamente una sonrisa se formaba en mi boca porque era inevitable no hacerlo.
Cuando noté que un rayo de luz acariciaba mi rostro abrí mis ojos de par en par de un golpe quedando fijos en los suyos que me miraban fijamente.
No quería soltarla en aquel momento, me encantaría pasar allí el resto del día a su merced. Teniéndola entre mis brazos y sintiendo su calor corporal junto al mío.
Pero no podía. Tenía que ir al partido de hoy ya que era la final.
Entonces en ese preciso instante Olivia se levantó de la cama dejándola completamente vacía.
Olivia
Volví a mi cuarto y noté que Connor ya no estaba, ¿a dónde se había metido?
Un mensaje llegó hasta mi móvil, era un número desconocido, ¿quién era? Agarré el móvil y lo encendí para ver quién era.
¿Quieres venir al partido de baloncesto?
Quedé extrañada, estaba un poco confusa y puse una cara extraña.
¿Quién eres?
Quien quisiese que sea no contestó. Apagué el móvil y lo metí en el bolsillo de la parte de atrás del pantalón y bajé las escaleras hasta la cocina para desayunar. Fui directamente a hacerme el desayuno, pero me percaté que había un plato en la mesa. Me acerqué a ella y estaban dos tostadas. Al lado había una nota.
La agarré y comencé a leerla.
<<Espero que disfrutes el desayuno, debes coger fuerzas pequeña arpía>>
¿Pequeña arpía? ¿Quién llamaba a alguien pequeña arpía?
Sonreí un poco y dejé la nota a mi lado para disfrutar de las tostadas que Connor había preparado para mí. Estaba a punto de meter un bocado a una de ellas cuando mi móvil sonó. Rápidamente dejé la tostada en el plato y cogí el móvil.
Oh, lo siento, soy Hugo Ashworth el de la fiesta de ayer.
Me decepcioné al ver que no era Connor, igualmente Hugo me había caído muy bien.
¡Claro que te recuerdo! ¿A qué hora es el partido? Me encantaría ir.
Si Hugo y Connor jugaban en el mismo equipo tenía una excusa para poder verle y darle las gracias por el desayuno, aunque me había molestado un poco que se fuera sin decir nada.
A las 12 en el pabellón de la ciudad, espero verte allí :)
Miré el reloj.
Allí estaré.
Apagué el móvil y me puse a lo que Connor me había preparado. Eran las 11 de la mañana y tenía que arreglarme un poco antes de salir al partido.
Me arregle el pelo. Me maquillé un poco para tapar mis ojeras por no haber descansado correctamente y también tapé la herida de mi rostro. Cogí todo lo necesario y salí de la casa, pero no antes de dejarle una nota a mi madre que llegaba sobre la hora de comer.
Esta vez no iría andando. Cogería un autobús. El pabellón de la ciudad estaba un poco más lejos de todo lo demás. Y después de todo lo ocurrido no me atrevía a ir andando de nuevo.
Tomé el bus y me dejó en la puerta del pabellón, era enorme, nunca antes había estado en uno. Entré a dentro y había gente, pero no demasiada.
Mi mirada solo lo buscaba a él.
—¿Olivia? —escuché.
Me giré y era Hugo, se acercó a mí y nos dimos un abrazo—¡Hola!, ¿qué tal estás? — dije separándome del abrazo.
—Estoy preparado para ganar. Ya sabes. Me alegro de que hayas venido—sonrió.
—Te dije que vendría—aseguré mientras también le sonreía— Tengo ganas de ver mi primer partido de baloncesto. Por cierto, ¿has visto a Connor?
—No todavía no lo he visto, creo que no ha llegado aún.
¿A dónde se había metido? Este chico iba a acabar con mi existencia.
—Bueno... Olivia tengo que dejarte. Tenemos que ir a calentar, pero quería hacerte una pregunta antes.