Olivia.
Cuando salí del baño traía puesto mi vestido sin ropa interior debajo porque estaba completamente mojada, Connor estaba sentado en el filo de la cama observándome fijamente con aquellos ojos llenos de luz, no me quitaba el ojo de encima. No llevaba ninguna camiseta puesta, solo unos pantalones de chándal grises holgados.
Yo me puse nerviosa al ver que no me quitaba la vista de encima y me quedé embobada.
—¿Has entrado en calor? — dijo haciendo que volviera en mí.
—Oh, si ya estoy más... ¿caliente? — no sé porqué dije eso, ¿en qué momento fue una buena idea?, no podía dejar de mirar el torso desnudo de Connor y parecía que la habitación fría de antes se había convertido en el mismísimo desierto del calor que hacía.
—¿Caliente? — se burló.
—Si, bueno tú me entiendes—intenté recular porque mis argumentos a veces eran realmente patéticos.
Él se levantó de la cama hasta encontrarse con mi mirada a escasos centímetros de mi cuerpo.
—¿Y qué tal la ducha?
—Bien...— no supe qué decir, estaba completamente exhausta y nerviosa.
—Pues yo tenía unas buenas vistas. No me importaría verlas de nuevo...— dijo mientras apartaba un mechón de pelo de mi rostro con una sonrisa juguetona.
Mis ojos automáticamente bajaron hasta su torso, Connor era un chico delgado que tenía la suficiente masa muscular y en la que tenía un perfecto torso con abdominales medio marcados. Mierda, me había quedado observando cada centímetro de su cuerpo y maldije una y otra vez tenerle ahí delante, enfrente de mí.
—Mis ojos están arriba— murmuró con una sonrisa.
—Lo siento— dije avergonzada haciendo que mis mejillas se tornaran de color carmesí, ruborizándose al instante.
—No me importa que mires...a mí me encanta observar cada parte de tu cuerpo— dijo mientras pasaba la mano por mi escote—Eres una jodida perdición, Olivia.
Comencé a hiperventilar en aquel momento, no me llegaba el aire, mi pulso estaba cada vez más acelerado y sentía como en cualquier momento me desmayaría.
—¿Y qué te gusta observar de mí? — susurré.
—Todo lo que pueda ver— murmuró poniendo la mano en mi cintura acercándome aún más a él.
—¿Y qué quieres ver?
—Si me das opción, te diría que desnuda de nuevo.
—¿Y si te dijese que tienes esa opción? — murmuré.
—Pues para empezar no estarías aquí de pie delante mía.
La mirada de Connor se fue hasta mi escote, se dio cuenta de que no traía ropa interior—Mis ojos están arriba— murmuré imitándole mientras sonreía.
Connor subió la vista hasta mi rostro de nuevo y con sus manos comenzó a deambular por mi cuerpo haciendo leves caricias que erizaban mi piel, comenzó por mi rostro pasando sus dedos por mis labios, después por la barbilla y bajando por el escote hasta encontrarse con mi abdomen.
—Entonces... ¿tengo esa opción? — dijo acariciándome mientras soltaba una risilla.
Yo le miré fijamente a los ojos, estaba aún más tensa cada vez que me rozaba en la piel, estaba cada vez más exhausta y con menos aire del que podía respirar, sentía mi corazón latir tan rápido que podía incluso oírlo.
Sus dedos al contacto con mi piel hacían que en mi cabeza se creara un cortocircuito del que no podía parar de sentirlo todo como si la vida se me fuese en ello, sentía cada roce multiplicado y hacía que mis sentidos estuviesen alerta.
¿Qué hacías chico sin sentimientos? ¿Cómo me hacías sentir tanto?
—¿La tienes? — pregunté arqueando una ceja. No quería darle el privilegio de conseguir todo a la primera.
—Bueno...si tú no quieres no la tendré, pero no sabes de lo que te pierdes— dijo
El dejó de acariciarme y se dio la vuelta para irse por la puerta, yo rápidamente le agarré del brazo y lo llevé hasta mí—No te he dado un no por respuesta.
—¿Y si ahora yo no quiero? —me vaciló. No aguantaba que quedasen por encima de mí en estos instantes tan tensos.
—Entonces...si no quieres vete, seguramente Hugo si quiera— dije para intentar enfadarlo.
—No vuelvas a decir eso—tenía su cara relajada y en cuestión de un segundo noté como se tensó por completo dejando ver su mandíbula más definida.
—¿Que no vuelva a decir qué? ¿Qué quizás lo intente con Hugo...?
—No lo repitas...— dijo mientras suspiraba—No me ha gustado nunca que te hayas visto con él, joder somos mejores amigos Olivia, ¿sabes lo que se siente?
—Entonces haz que merezca la pena...
Connor agarró bruscamente mi cara y la llevó hasta la suya para juntar nuestros labios de manera intensa.
Se separó por un instante dejándome con el sabor de sus labios para dejarme con ganas de más—¿Merece ahora la pena? —dijo murmurando.
—Si...— susurré, estaba sin aliento.
Volvió a besarme y sus manos bajaron hasta mi cintura, él me agarró fuertemente y nuestros labios estaban unidos en uno. Notaba como estaba cada vez más exhausta, mi mano se fue hasta su torso y lo acaricié suavemente.
Me paré a pensar un momento.
Nunca había tenido ninguna experiencia que fuese más allá del beso y estaba bastante nerviosa, tenía todos los sentimientos a flor de piel en ese instante.
Me paré un momento dejando un pequeño espacio entre nosotros, pero sin dejar de mirarnos, Connor aprovechaba para recuperar el aliento.
—¿No ha merecido la pena entonces?
—No, no es eso...—respiré profundamente —Solo que yo soy... virgen— hubo un silencio —Nunca antes he estado con un chico de esta manera.
—Si no estás segura no haré nada, te lo prometo—dijo dándome una leve caricia en el rostro.
Yo agarré su mano y la acaricié también, me quedé mirando a sus ojos y justo en ese momento sabía lo que sentía por él, era algo más que solo atracción—Lo estoy.
Él rápidamente estampó de nuevo sus labios contra los míos, en ese momento estaba en una nube, todo era perfecto, ¿qué más podía pedir? Tenía al chico que me gustaba justo delante de mí. Delante de mis ojos.