No pude hacer nada para evitarlo. Algo dentro de mí, me obligó a seguirle los pasos . Parecía llevar demasiada prisa, y, a pesar de que comenzó a correr desbocadamente, pude divisar que , entre sus manos portaba alguna especie de muñeco o algo por el estilo.
Incomprensiblemente intrigado , me abalancé tras sus pasos, cuando inesperadamente un bus a toda velocidad, se dirigió rumbo a la calle principal. El “ muñeco“ de la niñita, saltó de entre sus brazos, y comenzó a dar pasitos torpes sobre la acera. La niña, desesperada, comenzó a correr todavía más rápido, al tiempo que gritó : ¡Toozy ,tootzy! , ¡ Ya no corras, por favor, ya no más! ¿ Tootzy ?...
¿ De modo que ese es el nombre de ese estúpido muñeco ? _ examiné para mis adentros.
Inesperadamente, comenzó a llover a cántaros.
Entretanto, la rubiecita desconocida, se aproximó raudamente hacia la calle principal.
Mientras tanto, las celestiales gotitas de lluvia, perecían en su cabello con la belleza de las más resplandecientes gemas. En ese mismo instante, cruzó la calle súbitamente, sin percatarse de que una furgoneta con alimentos, se aproximaba con peligro hacia ella. Ella, intentó eludirla, no obstante, un inoportuno auto fantasma y la descontrolada furgoneta, la encerraron como un emparedado.
A pesar de todo, ella pareció no escuchar los ensordecedores bocinazos de los móviles, a toda velocidad. Solo le interesaba recuperar a Tootzy, a quien llamaba con desesperación. Sin embargo este, parecía no comprender su mensaje, y jugueteaba entretenidamente, con un diente de león que había alcanzado aparentemente, con una de sus patitas.
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