Capitulo 5

  Camila  
 Al abrir la puerta me quedé sorprendida al encontrarme a un sexi repartidor, un hombre alto , bastante atractivo, piel nívea , cabello castaño, ojos café claro como la miel ,labios perfectos , un cuerpo trabajado más no exagerado  como los chicos que yo veía en internet que tenian muchos músculos pero eran el resultado de tantos anabolicos que se metian.

  Este hombre estaba hechso un cuero pero no sé lo iba a decir ni me iba a quedar babeando como estúpida, pero al parecer el si lo estaba haciendo, ahh lo entiendo encontrar a una mujer tan bella como yo no es fácil _sonreí internamente_ debo admitir que yo también me quede observando pero discimuladamente no como el que ni le despistaba, pero lo que más llamo mi atención era ese aroma tan varonil de aquel hombre con el que choque hace unas horas , no ,no no puede ser el mismo,ahh ni siquiera puedo pensar con claridad con este hombre aquí y su aroma que me embriaga, me encanta , me fascina.
  
 -Espere olvide el dinero en un momento regreso, _menti por qué ya traía el dinero en la mano , fue lo único que se ocurrio decir para dejar de mirarlo por un momento , le cerré la puerta, mis sentidos aún estaban acelerados con su presencia, ese aroma era único e inconfundible, estoy mas que segura que es el , con tal de volverlo a ver pediría comida a domicilio todos los días _sonrío bobamente_ahi ya Camila deja de decir estupideces _digo para mí misma_ya más relajada abro la puerta , le entrego el dinero, de pronto siento la palma de su mano tocando la mia ,siento mi cuerpo estremecerse, rápidamente quito mi mano digo gracias sonando lo más seca posible y cierro la puerta de golpe  para que no note que me está poniendo nerviosa, lo observo alejarse a través de la ventana, hasta el apetito perdí, intenté dormir pero no pude conciliar el sueño por estar pensando en ese joven , no se que me pasa no me reconozco ¿Yo Camila swant perdiendo el sueño por alguien ? No puede ser, escucho música clasica en mi reproductor musical hasta que me quede profundamente dormida