Capitulo 40

Daniel

No pensaba entrar pero lo último que dijo me dio valor para enfrentarla, espero no ser tan duro.

- ya me perdiste desde hace mucho tiempo _digo serio_

Se quedó mirándome con una tristeza bastante sincera.

- Carlos déjame solo con ella por favor, ve a checar los detalles de la junta

- está bien compermiso

Cierra la puerta a sus espaldas.

- como se te ocurre venir a hacer un escándalo a mi empresa, entiende jamás voy a regresar contigo, lo nuestro se murió desde tu puta traición.

- por eso andas con esta ofrecida_ señala la revista_

- en tu miserable vida le vuelvas a decir así, ella es mil veces mejor que tú  _escupó furioso_ estoy cansado de discutir siempre por lo mismo cada  que nos encontramos, de una puta vez déjame en paz

- No, se que aún me amas tanto como yo a ti, luchemos por este amor, te lo advierto no pienso rendirme hasta volver contigo.

-bueno tu tienes lodo en el cerebro o que, entiende "JAMÁS VOLVERÉ CONTIGO POR QUÉ NOO TE AMO'' lo que tuvimos fue lindo pero ya se terminó, aclarando no te estoy reprochando nada solo quiero terminar está discusión que no nos está llevando a ningún lado, vete por favor y olvídate de mi.

Salgo de la oficina, espero no volver a verla nunca.

En la sala de juntas me siento a un lado de Camila.

- ¿Dónde estabas ? la junta empezó hace 20 minutos _susurra en mi oído _

- arreglando un asunto, después te cuento.

Rubén, un hombre de mediana edad quien es uno de los socios se dirige a mi.

- Joven Romañoli agradeceriamos su punto de vista

- claro que sí _me pongo de pie, frente a todos los presentes_

- voy a invertir el 50% en este proyecto, pero como comprenderán quiero supervisar todo, no estoy dispuesto a poner en riesgo mi capital

- estoy totalmente de acuerdo con usted Daniel, _ dice Camila_ no pienso poner en riesgo el capital que voy a  invertir, comprenderán también mi desconfianza puesto que hay socios e inversionistas nuevos, y no confío 100% en ellos.

Un chico se levanta exaltado.

- Señorita Camila con todo respeto, está usted exagerando, su capital esta seguro en nuestras manos, pero esto  deberíamos discutirlo con su padre, el es el dueño, usted no es más que una niña rica hija de papi.

-  primero preséntate, por qué aquí nadie te conoce  _interrumpo molesto_  segundo no voy a permitir que le hables así a la señorita Swant

- le hablo como yo quiero, bueno y a ti que te importa

- me importa por qué soy el DUEÑO de esta empresa, así que te exijó respeto para mi socia

- disculpeme, no era mi intención ser grosero con la señorita Swant _dice apenado mientras se vuelve a sentar_ .

-Entonces _digo ignorando lo último que dijo_ están de acuerdo con mi propuesta de hacerme cargo de la construcción del Hotel, tengo conocimientos de arquitectura, además de la mejor constructora en Rusia, que pongo a su entera dispocisión.

- si estamos de acuerdo _dicen al unísono los demás socios y Camila_.

- bien, para firmar los contratos pueden dirigirse con mi gerente y secretaria, claro en una cita previa, si eso es todo les deseo un excelente inicio de semana, compermiso.

Camila se acerca, mientras los demás se retiran.

- estás haciendo un estupendo trabajo cielo

- hago lo que puedo cariño, se lo prometí a mi padre

- pues el estaría muy orgulloso de verte cuidando con tanto celo su empresa, además esa forma de defender a una mujer

- eso lo hice por qué te amo, no iba a permitir que ese fulano te hablará así

- gracias cielo, para agradecerte que tal si tú & yo nos vemos en mi casa, cenamos y te quedas toda la noche conmigo _dice con una sonrisa coqueta, mientras rodea mi cuello con sus brazos_

- esa idea me gusta _ respondo con una sonrisa pícara_

Nos unimos en un beso lento, profundo  cálido, sus labios son suaves como la seda, el aroma de su piel me embriaga. Estába tan perdido con sus besos que no me di cuenta de la presencia de un hombre que nos miraba en total seriedad.