Prólogo

Rachel, ojos azules, cabello negro como la oscuridad y piel llena de pecas, cursa su último año de preparatoria, el mejor año. Su madre ha ascendido al puesto de gerente en la empresa donde trabaja, se han mudado a la mejor parte de la ciudad y además han comprado la casa más lujosa donde pasa mucho tiempo con su madre, ya que ella ahora controla su tiempo como gerente.

-¡Rachel!

Era Keily la amiga de Rachel, era una chica con el cabello castaño con californianas verdes y ojos cafés.

-¡Hola!-Dijo Rachel abrazando a su amiga.

Keily empezó a dar pequeños saltos.

-A qué no adivinas quienes entran este año.

-No-Dijo Rachel con aburrimiento.

Ella no estaba interesada en conocer chicos, sólo estaba enfocada en sacar un buen puntaje en su último año de preparatoria para que la aceptaran en Stanford y así poder cumplir el sueño de su madre.

-Mira-Keily señaló a dos chicos rodeados por un montón de chicas entaconadas y con exceso de maquillaje.

Uno era rubio, ojos color almendra y atlético, lo primero que se le vino a la mente a Rachel fue jugador de fútbol americano y el segundo que llamo su atención, un chico con el pelo castaño y ojos azules menos corpulento que él otro. Rachel desvío la mirada de nuevo a su amiga y esta estaba mordiéndose el labio, parecía a punto de desmayarse. Ella le dio un golpe en el hombro a su amiga, para hacerla despertar de su ensueño.

-¡Keily llamando a tierra!-Dijo sonriendo.

-¿No están que arden esos chicos?

-Y tu también, estuviste a punto de desmayarte, sino fuera sido porque te golpee te hubieras estrellado con el piso.

-Ahhh...pero es que están tan....violables ¿Por qué no vamos a hablar con ellos?

Rachel no alcanzó a articular un no, cuando Keily la llevaba casi arrastrándola hacia a aquellos chicos.

-¡Brian!-Dijo su amiga llamando al chico rubio.

-¿A quien llamas?

-Al rubio, quiero su número, tú llamas a Miller el de ojos azules y así podemos tener ambos números.

Así se llamaba el chico que le había atraído a Rachel.

-No.

-¡Vamos Rachel!, es momento de que tengas un novio o que te guste alguien, durante estos 10 años que vengó siendo tu amiga nunca has salido con nadie, ¿No te parece que este es tu momento?

Rachel recordó que nunca se había sentido atraída por ningún chico, quizás porque se enamoraba sólo de personajes de libros con características perfectas que los chicos de la vida real no parecían atraerle, además se había dedicado tanto a sacar buenas notas para hacer feliz a su madre que se había olvidado por tener citas, en los bailes siempre prefirió quedarse en casa y pintar con una taza de café y galletas de avena.

En el año pasado un chico que gustaba de ella la había invitado y ella decidió ir al baile para cambiar la rutina de todos los años y este chico la besó en el umbral de su puerta, ella le mordió el labio y le tiró la puerta en cara, no fue su primer beso pero ella no quería nada con ese chico, por eso pensó que sería la última vez que saldría con un chico que no le atrajera, resumiéndolo a ninguno. Aunque Rachel se estaba viendo atraída por aquél chico Miller, que tenía el mismo color de sus ojos azules, parecían fuego por pequeñas salpicaduras de azul más claro en su iris.

-Sabes que tengo otros objetivos-. Dijo Rachel pero su amiga ya no estaba a su lado, estaba junto con el chico rubio, moviendo su melena castaña y entregando una tarjeta con su número.

Rachel le lanzó una mirada acusadora, pero su amiga siguió coqueteando e ignorándola por completo, así que fue hasta ella y la cogió por el brazo.

-Lo siento por quitártela unos minutos pero tengo que hablar con mi amiga.

-Así que tú eres su amiga-Le guiñó el ojo.

-Yo soy Brian Wesley, preciosa-Le tendió la mano.

Rachel la aceptó por pura cortesía, pero este chico la acercó más a él y la abrazo dándole un beso en la mejilla.

-Nos vemos preciosas-Dijo apartándose de la multitud de chicas celosas por el beso que le había dado a Rachel.

Miller también se iba, Rachel lo miró pero este chico evitó su mirada y se fue con su amigo.

Keily le dio con el codo a Rachel.

-Te has levantado a ese rubio, no conocía esa faceta tuya Rachel y es un pesar, porque a mi me gustaba.

-¿Qué?, no, yo no hice nada, ese chico sólo se abalanzó a mi y me besó la mejilla, si quieres te lo regalo.

-¿Por que eres tan modesta?. Aceptalo Rachel tienes un chico botando la baba por ti y no cualquiera sino Brian Wesley el chico más sexy de la preparatoria Lightgood, no pensarás rechazarlo porque sino yo lo tomaré por ti.

-Puedes tomarlo desde ahora no lo quiero, es todo tuyo-. Keily puso los ojos en blanco.

-Y cambiando de tema, ¿Cuál es tu primera clase?

-¿Literatura y la tuya?

Rachel se desánimo, no quedarían en la misma clase.

-Artística-. Keily hizo cara de desapruebo.

-Bueno pero al menos en las demás clases estamos juntas-Dijo Keily mostrando su horario, pero la única clase en que coincidían era Química.

Las dos chicas se separaron y cada una cogió para sus respectivas clases desilusionadas.

Rachel era la segunda en entrar al salón después de un chico, ella decidió sentarse a su lado. El chico estaba leyendo, Rachel echó un vistazo a la portada y pudo ver el título "El señor de los anillos". El chico levantó su cabeza al verse mirado, en ese instante ella notó que se trataba del chico llamado Miller, quien la quedó mirando con sus ojos azules.

-¿Disculpa?

-Te gusta el señor de los anillos-Dijo Rachel sintiéndose incómoda por la mirada de Miller, hasta pudo sentir sus mejillas calientes.

-Si, ¿Y a ti?

-Es mi saga favorita la he leído más de 20 veces y nunca me aburre.

Miller parecía también ser un amante a la lectura como ella, y además le gustaba su saga favorita, parecían tener muchas cosas en común y eso hizo que le atrajera aún más Miller.