Fuego (inmarcesibles 1)

Capitulo 5

ALESSANDRO

La echaba de menos, se suponía que con el tiempo la olvidaría o su partida se me haría más amena, pero nada de eso ocurrió tan solo duele más y más. Tenía tanto por delante, siempre apoyo a papa, aunque no le hacia ninguna gracia a lo que se dedicaba, le siguió a la otra punta del planeta por que le quería ver feliz, porque cuando se ama haces lo imposible para ver feliz a esa persona, aunque te cueste tu propia felicidad. Pero mama siempre se le vio muy contenta incluso la recuerdo rezar todas las noches agradeciendo que pudiese formar una familia, ella no tuvo una familia feliz, pero de mayor pudo formar la suya propia.

Enciendo la ultima vela y beso su foto, no se si hay un dios, ni si existe el infierno o cielo, pero dondequiera que ella estuviese nunca le olvidare.

 

Cuando papá dijo que íbamos a cenar a casa de su mejor amigo lo último que me esperaba es que esté fuera el padre de Sirin. Me sorprendió verla cuando entré a la cocina. Ella también se sorprendió al verme por lo que deduzco que ella tampoco se lo esperaba.

-Riri, lleva los clubs que poseemos- le cuenta el tío Khalid a mi padre- al parecer es la única de sus hermanos que se interesa por los negocios. Los mellizos se quieren dedicar a la ciencia y Omar- suelta un suspiro- el se estaba preparando para su próxima misión pero la vida se lo impidió.- No cuenta más y mi padre tampoco insiste

-Entonces Riri ¿Dónde estudiarás?

-El abuelo insiste en que haga la universidad en Inglaterra, y la verdad no me parece mala idea así podré hacer parte del negocio del abuelo allí. Al fin y al cabo, mama es su única hija por lo tanto en el algún momento me tocará ponerme al mando.

-Además de los trabajos de modelaje que haces- Añade Khalid- Luke y Riri aparecieron en la portada de CG el verano pasado.

-¿También modelas?-papa pregunta al novio de Sirin

-Si, de hecho, Riri y yo cerraremos el próximo desfile de Eufonía.

-Eleonor es una gran artista, cada desfile que diseña es mejor que el anterior- comenta Sirin -No puedo esperar que tiene preparado.

-¿Y tú Alessandro?

Pienso en lo que mi futuro me ofrece, como ella me tocará dirigir la empresa de papá, pero me gustaría hacer algo que me llene antes de enfocarme en la vida empresarial. Si papá pudo dirigir una empresa y cumplir sus sueños que me impedía a mí hacer lo mismo

-Tenemos un futuro bastante parecido.

Seguimos hablando de trivialidades cuando nos damos cuenta de algo.

-Sigo sin creer que Enrique no os presentará.-dice el tío Khalid

-Con Enrique te refieres a Ricci

- ¿Ricci?- no sabía que mi primo tenía un apodo tan... empalagoso, dulce.

- Así le llaman a tu primo al parecer. Sería divertido que no le dijeses nada hasta que se de cuánta solo.- dice mi padre.

Luke, el novio de Sirin, se va al recibir una llamada, mi padre y el suyo sacaron los álbumes de fotos para recordar sus tiempos. Hay una fotografía que me llama en especial la atención. Es mama en la orilla de nuestra piscina de cuando vivíamos en Florida, en un brazo me tiene abrazado a mí mientras que en el otro tiene Sirin. Ese fue el último verano que pasó con nosotros, desde que se fue papá recogió sus cosas y nos fuimos a Las Vegas, corto todo contacto con la familia de mama y también parte de la nuestra. No me pone triste, desde allí fuimos papá y yo contra el mundo.

- Era preciosa- siento como se acerca por detrás- no merecía morir de esa forma tan horrible.

- No

- Mira sé que acabas de llegar y eso- hace una pausa - pero vamos a hacer una fiesta de cumpleaños en Inferno para Luke si quieres puedes venir Ricci también vendrá, Mairena y algunos de clase estarán allí también.

No me gustan las fiestas de cumpleaños en clubs porque suelen acabar en desmadre y más si en estas el noventa por ciento de los asistentes son adolescentes con las hormonas revolucionadas. Pero no tengo nada mejor que hacer.

- Creo que puedo ir. ¿Qué le puedo regalar a tu novio?

- Luke no es mi novio

-Pensaba que, por qué. Sabes en la cocina- me pone las manos en la boca para que me calle.

- Lo que has visto sólo fue un...- intenta buscar una palabra para definir eso.

-Hormonas, calentón- sugiero riéndome.

- Si básicamente eso, solo somos amigos. Te agradecería que no le cuentes esto a nadie.

- No te preocupes, no son mis asuntos.

Seguimos mirando fotos.

-Mira- se me acerca con una foto de ambos de pequeños- ¿Qué tendríamos? Unos cinco, seis años. -recuerdo muy bien ese verano- me sigue pareciendo increíble que a pesar de pasar tantos años recuerde tan bien lo que hacíamos en cada foto.

-Aun así, no me reconociste. Tan bien no te acuerdas.

-Tu tampoco me reconociste- Touché -Rossana se volvía loca cada vez que nos juntaban a todos en una misma casa, pobre mujer.

-Si,-le quito la foto de la mano- esto era la noche de San Juan ¿no?

-Por la hoguera del fondo supongo que si. Ese verano lo pasaste entero aquí.

-Si...- De la nada se corta la luz.

Sirin se sobresalta a mi lado cuando esto ocurre, la siento temblar.

-Baba-llama Sirin.

Sirin

De la nada se corta la luz. Mi corazón comienza a latir a un ritmo desenfrenado, la cabeza me late. Intento controlar mi respiración en vano. Solo consigo alterarme más. Intento de nuevo los ejercicios de respiración que practique con mi terapeuta. Nada. Siento como las lagrimas se me acumulan. Han venido a por mi, lo se. Tarde o temprano esto iba a ocurrir.

-Sirin- me sobresalto cuando Alessandro pone su mano en mi hombro. Me había olvidado completamente de que estaba allí.- La luz se ha ido, creo que es por la tormenta- miro a la puerta que da al jardín y confirmo su teoría-Nuestros padres están abajo.

Sigo sin poder hablar, siento un nudo en mi garganta. El lo nota, aunque no veamos apenas mi estado es obvio. Sin pedirlo me abraza. Se acuerda. No se ha olvidado de mis ataques.




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