Aviso:
Escena de contenido explícito.
Comenzamos a besarnos despacio a lo primero, pero mientras más besos nos dábamos, más aumentaba nuestra rapidez y deseo.
Él me volteó de manera que ahora era él quien quedaba encima y en control. Su lengua lamió mi labio inferior preguntado por acceso, el cual le di al abrir mi boca. Nuestras lengua comenzaron a danzar y a jugar por dominación.
Cada vez que nos separamos era por falta de respiración pero de inmediato nuestros labios se unían. Tomo ambas de mis manos y las puso a cada lado de mi cabeza bajando sus besos a mi cuello haciendo que pequeños gemidos de placer salieran de mi boca.
El extraño se aleja un poco y me quita la camisa pasándola sobre mi cabeza y mis brazos para arrojarla al suelo.
Él se inclina y comienza a besar mis senos por encima de mi sujetador con lentitud. Siento sus manos en mi espalda por lo cual me levanto un poco y este expertamente me remueve la prenda arrojándola junto con mi camisa. Vuelve a inclinarse y comienza a succionar uno de mis pezones con sus labios.
Mis ojos se cierran en placer y mi cabeza se estira hacia atrás cuando siento sus lamidas, mordidas y caricias en ambos de mis pechos.
Decido no quedarme atrás, y comienzo a ayudarlo con su ropa.
Después de varios minutos, nos encontramos ambos desnudos y deseosos de sexo.
Él se pone de pie a buscar un condón y me tomo el tiempo para estudiar su hermoso cuerpo y músculoso cuerpo y joder esas nalgas. Me muerdo el labio inferior y el se voltea con el condón ya puesto y con una sonrisa de lado traviesa.
Vuelve a su posición de antes y toma su miembro en una mano para comenzar a entrar en mi húmedo interior.
Al instante siento dolor, joder porque había hecho esto. ¡Era virgen y lo estaba haciendo con un completo extraño!
—Ah, joder no vayas rápido — pido comenzando a llorar
—¿Te he lastimado? — pregunta con tono de preocupación sin moverse
—No, todo está bien sólo que me gusta lento — miento sonriendo leve y presiento que él no me cree del todo
—Bien, lento será — acepta y comienza a moverse lento
Pasan varios segundos, y lo que era dolor se intercambia por placer.
—Mmm más rápido por favor — pido también moviéndome con él
Este asiente y comienza a mover sus caderas más rápido junto a gemidos roncos por su parte. Comienzo yo a seguirle sus movimientos gimiendo más alto.
Su gran miembro abría mis paredes vaginales y pegaban justo contra mi punto g.
***
Tras una apasionada noche que no olvidaré, me había quedado dormida. Al rededor de las cuatro de la mañana casi las cinco, me levanto y observo como no estoy en mi habitación y como hay un desconocido a mi lado. Al instante, todas las memorias de la noche se hacen presente en mi cabeza y sonrío leve mirándolo descansar.
Pero me tenia que ir de aquí, esto se supone que no hubiese pasado, nada de esto. Rápidamente me pongo de pie comenzando a buscar mi ropa. La encuentro y me la pongo para salir cuidadosamente de la habitación sin hacer ruido alguno.
Bajo la escaleras encontrándome el la sala principal y sacó mi teléfono para llamar un taxi.
—Buenas — contesta una voz de un hombre
—Si, buenas, es para pedir un taxi a la residencia... — y le di la información que me había guardado en la cabeza
El muchacho me dice que estará aquí dentro de diez minutos por tanto me pongo a esperar orándole al cielo que el hombre no se levantara.
Buen trabajo Camila, buen trabajo. ¿Te acuestas con un hombre que ni el nombre sabes de él? Estás demente.
Escucho una bocina al pasar varios minutos y salgo de casa cerrándola con pestillo por adentro.
Voy hacia el taxi y me monto.
—¿Hacia donde desea ir?
—Lléveme al club Diamond Nitez — menciono
Él asiente y comienza a conducir.
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¡Hola! Espero que les haya gustado esa escena entre Camila y el desconocido.
Espero que les esté gustando la historia.